A veces damos todo por hecho y parece que todos sabemos a qué nos referimos cuando hablamos sobre Internet, páginas webs y redes sociales, pero no siempre es así.

Este artículo va dirigido a ese grupo de personas que se siente un poco agobiado por todos los conceptos y funcionalidades que la digitalización nos obliga a manejar y que no siempre están claros. Nuestro objetivo es aportar luz sobre ideas básicas como un primer paso para entender todo el proceso de digitalización acelerada en el que está inmersa nuestra sociedad.

E-learning, vocablo anglosajón cuyo uso se ha generalizado de tal forma en la formación no presencial que se ha convertido en internacional.

Evidentemente sus sinónimos, tales como: teleformación, formación on-line, enseñanza virtual, etc. sirven para definir sus características y modulan las herramientas a utilizar.

A finales del año 2015 entraron en vigor las Leyes 39/2015 y 40/2015, del “LPAC” y del “LRJSP”, que apuestan por una administración electrónica y transparente.

En el último año el impacto de la pandemia del coronavirus ha acelerado esta transformación digital de la administración pública. Esta crisis pandémica marcará un antes y un después en el uso de las tecnologías en el Estado y se trata de una oportunidad para que las administraciones públicas adopten esta transformación digital y para que los ciudadanos podamos realizar estos trámites cómodamente desde nuestro hogar sin necesidad de desplazarnos.

Dicen muchos observadores de la teoría y práctica docente que los sistemas educativos siguen los vaivenes de las modas sociales y tecnológicas, así como de unos clichés y pautas de recursos y procedimientos pedagógicos de acuerdo con las posibilidades de cada sociedad, país o tribu. Y no les falta razón, fundamentada en el análisis de los sistemas educativos tanto del tercer como del segundo mundo.

Países de nuestro entorno, y nosotros mismos, hemos ido cambiando el enfoque educativo desde lo más rancio, pasando por un tradicionalismo normativo de rigidez tanto en contenidos como en procedimientos y herramientas, para finalmente, oscilando el péndulo de posicionamiento, llegar a unos sistemas educativos basados en lo que la vertiginosa aceleración tecnológica denomina Escuela 2.0, en la que predomina lo digital sobre los contenidos, continentes y formatos tradicionales.