El trabajo de los teleoperadores es de suma importancia dentro de la empresa ya que en buena medida de ellos dependen los objetivos de la empresa. Si realizan bien su tarea los objetivos marcados se cumplirán con éxito y probablemente antes del plazo establecido. Si lo hacen mal no se alcanzarán los objetivos, no se cumplirán los plazos y muy probablemente la empresa necesite realizar un gasto adicional que repercutirá en el beneficio anual.
No vamos a negar que casi cualquiera puede empezar a trabajar de teleoperador, pero nunca desarrollará bien su tarea si no cumple con unos cuantos requisitos y habilidades:
Lenguaje fluido
Es muy importante tener el don de la locuacidad, que nos guste hablar y saber escoger correctamente las palabras para que nuestro interlocutor se sienta cómodo y confíe en nosotros. Si nota que titubeamos, que dudamos o no le gusta el tono con el que hablamos, se cerrará y tendremos una negativa asegurada a nuestra propuesta, sea cual sea.
Psicología
Debemos hacer gala de grandes dosis de psicología a través de la línea telefónica, para saber muy rápidamente como conducir a la persona con la que hablamos hacia nuestro objetivo. Y poco a poco ir convenciéndole de que necesita el producto que le ofrecemos. Debemos crear en el interlocutor la necesidad de adquirir el producto que le ofrecemos, persuadiéndole de que realmente lo necesita y para eso la psicología es fundamental. Debemos estar muy atentos al tono con que nos habla, a sus respuestas y a sus silencios para utilizarlos de forma hábil y encaminarlos hacia nuestro objetivo final. Eso si, debemos ser conscientes de cuando una venta va a ser imposible y saber cuando hay que cortar la llamada de forma educada para no molestar en exceso al interlocutor. De otra forma, podemos pecar de demasiado pesados y provocar una sensación de rechazo en la persona hacia la marca que representamos.
Paciencia
El trabajo de teleoperador proporciona alegrías cuando se cumplen los objetivos, pero muchas veces también es sumamente ingrato, ya que debemos tratar con todo tipo de personas, con sus problemas personales y profesionales. Y muchas veces seremos nosotros los que paguemos por esos problemas y tengamos que aguantar el mal humor o mal carácter de nuestro interlocutor.
Si nos encontramos ante un caso complicado, nuestra primera tarea será usar nuestra paciencia y con un tono tranquilo reconducir el momento hasta una situación de tranquilidad. Si somos buenos, se puede conseguir y os aseguro que nuestro interlocutor lo agradecerá.
Eso sí, nunca debemos consentir que nos insulten ni nos falten al respeto. Si llegásemos a ese extremo deberemos buscar la manera de dar por finalizada la llamada, siempre manteniendo la calma por nuestra parte.
Cultura general
Otro punto que nos aportará mucho valor como teleoperadores es tener un alto grado de cultura general, ya que cuanta más formación tengamos, más riqueza lingüística estará a nuestro alcance y podremos manejar mucho mejor cualquier tipo de situación.
Estos son solo algunas de las características que debe poseer un buen teleoperador y que además se irán puliendo y mejorando con el paso del tiempo. Por todo esto la formación es vital para convertirte en un teleoperador excelente.
Una formación continua, de calidad y orientada a tu empleo. Nunca debemos dejar de formarnos, siempre hay algo que aprender y que nos ayudará a mejorar en nuestro desempeño.
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