Zulay Montero es periodista especializada en Marketing Digital y Comunicación, además de Analista para la Gestión de Crisis en Redes Sociales. Lleva más de 10 años trabajando en medios de comunicación, departamentos de comunicación corporativa y marketing de distintas empresas y como asesora para entidades sin ánimo de lucro. Además, es Project Manager de distintos planes de empresa.
Su trayectoria en distintas empresas privadas y fundaciones del tercer sector le han otorgado la experiencia y formación necesarias para dedicarse al ámbito de la educación. A través de su experiencia docente, adapta los contenidos formativos a una visión más práctica ayudando a los alumnos a mejorar su comprensión y aplicar la teoría a su trayectoria profesional. Planteando el aprendizaje como una forma de conocer, planificar y ejecutar estrategias de comunicación y marketing enfocadas a la consecución de resultados, en cualquier ámbito.
El marketing digital engloba todas aquellas acciones y estrategias publicitarias que se llevan a cabo en canales y soportes digitales. La presencia online se ha convertido en un imperativo para las marcas y empresas que buscan promocionar y distribuir sus productos y servicios.
Una buena estrategia comercial debe tener en cuenta la relevancia del soporte digital y usar las distintas técnicas de marketing para alcanzar los objetivos. En este punto, la analítica web resulta clave puesto que es la disciplina que se encarga de medir, estudiar y presentar de forma entendible los datos para que puedan ser interpretados y sirvan para tomar decisiones estratégicas.
El mundo digital se ha convertido en el escenario principal de nuestras interacciones diarias. El uso de las nuevas tecnologías está tan normalizado en la sociedad que no nos paramos a reflexionar sobre lo que hacemos en este entorno. Las normas sociales dictan las pautas de comportamiento necesarias para establecer relaciones igualitarias y respetuosas.
Existen algunas reglas que permiten evitar conflictos y mejorar la convivencia, se aplican a las interacciones digitales y es importante conocerlas para cuidar nuestra huella digital.
Estar en internet hace tiempo que dejó de ser una posibilidad para las marcas y se convirtió en un elemento más en la construcción de su branding. El consumidor actual ha cambiado sus hábitos y se fija en aspectos digitales que antes no existían.
Aunque son muchas las empresas que tienen una presencia destacada en la red, todavía quedan algunas que no saben bien como implementar el proceso de digitalización.
Como en todo proyecto que se lleve a cabo, lo fundamental es la estrategia que será determinante para alcanzar los objetivos planteados.
Los avances tecnológicos han influido en el cliente, modificando su experiencia de compra. La coexistencia de distintas opciones explica que aún haya muchos usuarios reticentes a llevar a cabo transacciones online. Especialmente en sectores como el turístico, que cuenta con clientes acostumbrados al trato presencial que no terminan de fiarse de reservar sus vacaciones o viajes a través de internet.
¿Cómo se puede solucionar esto?
En primer lugar, trabajando la imagen de marca y consiguiendo que resulte segura, atractiva y relevante para el público objetivo.
El contexto empresarial ha ido transformándose en los últimos años siguiendo la estela marcada por la llegada e implementación de las nuevas tecnologías. Hoy en día, prácticamente todas las empresas están, de una forma u otra, presentes en internet. A través de webs corporativas, perfiles en redes sociales, blogs o mediante plataformas que permiten el envío de notificaciones a sus clientes: Apps, email marketing, entre otras.
El comprador potencial usa los canales digitales para buscar alternativas antes de materializar su decisión de compra. El marketing tradicional, que ponía el foco en el producto, ha dado paso a un marketing más humano, centrado en las necesidades y características del usuario. En este nuevo paradigma, ya no basta con que las marcas tengan presencia en internet. Resulta cada vez más necesario que se interesen por conocer a su público potencial y por desarrollar una Propuesta de Valor atractiva que logre captar la atención de potenciales clientes.
Las empresas interactúan con sus clientes en muchos canales, algunos de los principales y de mayor relevancia, son los sociales. La presencia digital de una empresa ya no se mide únicamente porque cuente o no con una web actualizada.
Las redes sociales se han convertido en un lugar en el que se democratizan las conversaciones entre la marca y sus seguidores, usuarios o compradores.
Pero, ¿quién se encarga de llevar a cabo esta labor y de asegurar la seguridad en las comunicaciones?
Las empresas conviven en la sociedad y forman parte de la misma, por tanto, deben ser conscientes del impacto que el desarrollo de su actividad provoca.
A todos estos deberes, que deben englobar los valores y objetivos de la empresa, se les denomina Responsabilidad Social Empresarial (RSE) o Corporativa (RSC). Un término que siempre ha tenido importancia a nivel interno, pero que cada vez más, influye a nivel externo llegando a condicionar las decisiones de compra y adquisición del consumidor.
Aplicar el juego a entornos diferentes, originales y creativos ¿es posible? sí, siempre que se parta de una buena estrategia, bien definida y en la que los objetivos estén claros.
En el artículo sobre cómo aplicar la gamificación a la mejora de la empleabilidad explicaba en qué consiste esta técnica y sus múltiples beneficios para los alumnos.
La Gamificación es una técnica que permite mejorar y optimizar los procesos de aprendizaje, trasladando la mecánica de los juegos tradicionales, a un ámbito educativo o profesional. Con el objetivo de que la enseñanza resulte más dinámica y pueda ser aplicada de una forma mucho más efectiva.