El también llamado comercio electrónico es la compra-venta de bienes, productos o servicios a través de Internet. Los datos demuestran que estamos ante un movimiento que está revolucionando nuestra manera de relacionarnos como consumidores con el sector del comercio.
Las empresas aprovechan las posibilidades del e-commerce para lograr las siguientes ventajas:
- Abrir todos los días del año: los consumidores no necesitan salir de casa para realizar sus compras y las pueden hacer a cualquier hora.
- Ahorrar costes: se eliminan los gastos en catálogos y correo postal, y de mantenimiento de un local físico.
- Aumentar ventas: clientes de todo el mundo comparan precios y detalles de los productos antes de realizar su compra. Sienten que tienen el control.
¿Qué criterios debe seguir un experto en e-commerce para desarrollar bien su labor?
La competencia en el comercio electrónico es feroz, por lo que los expertos deben optar por la mejor estrategia de marketing para ganar terreno a sus rivales. Hemos hablado con dos especialistas de la materia para que os expliquen cómo es el trabajo de los profesionales que explotan los beneficios de Internet para sacar el máximo rendimiento de un negocio.
José Carlos Cortizo, cofundador y director de Marketing de BrainSINS
Un proyecto e-commerce es un proyecto de negocio (venta), donde el marketing es clave para la venta y la tecnología es el soporte que lo convierte en una realidad. Para poder desarrollar bien su labor, un profesional del comercio electrónico debe cumplir, al menos, una serie de requisitos:
1) Estar debidamente formado. El e-commerce es un negocio complejo, que requiere de conocimientos tanto del mundo digital y el retail, como de logística, tecnología, pagos, etc. Un buen profesional del comercio electrónico debe tener al menos competencias a alto nivel de todas las áreas implicadas en el buen funcionamiento de una tienda online y conocimientos más profundos en alguna de las áreas principales.
2) Estar al día. El e-commerce, como cualquier tendencia dentro de lo digital, está evolucionando y cambiando cada dos por tres. Hay que estar informado, al día, conocer las tendencias, las nuevas mejores prácticas, conocer qué está haciendo tu competencia, etc.
3) Contar con un gran equipo, externalizando las partes no críticas a expertos en cada una de las especialidades. Siempre cuenta con los mejores, a la larga sale más barato y "ahorras" muchos dolores de cabeza.
Jorge Villar, e-commerce manager de YouKnow
Todo experto debe tener en cuenta la rentabilidad de cada una de sus acciones. La rentabilidad a largo plazo de un e-commerce depende de muchos factores: el coste de las visitas, el volumen de las mismas, la conversión que ofrecen, el pedido medio, la rentabilidad de los productos vendidos y la fidelidad de los clientes. En cada uno de estos factores entran en juego muy diversas variables; por ejemplo, para optimizar la conversión deberemos atender a la usabilidad de la página web, así como a su compatibilidad, accesibilidad y, por supuesto, su persuabilidad, factor que a su vez depende de otros muchos, principalmente relacionados con el marketing.
En cualquier caso, el comercio electrónico es un canal más, con todo lo bueno que tiene al abrir nuevas oportunidades de negocio tanto de desarrollo de mercados como de penetración en los mismos; pero en ningún caso es una tabla de salvación ni una medida económica de urgencia para levantar empresas hundidas. No hay una fórmula secreta ni nadie tiene varitas mágicas. Preferimos creer que existen porque harían la vida más fácil, pero no es así. Prefiero los ejemplos de éxito que en sus ingredientes incluyen trabajo duro y beneficios al cabo de años de inversiones; no me gustan los casos de éxito fulminantes sin apenas inversión ni esfuerzo: desgraciadamente son los que triunfan en los medios de comunicación.
Tipos de e-commerce
Según quién participe en las transacciones, existen varios tipos de e-commerce. Estos son los más conocidos:
- B2B (Business-to-Business): empresas que comercian con otras compañías u organizaciones.
- B2C (Business-to-Consumer): empresas que comercian con consumidores. Es el más habitual.
- B2E (Business-to-Employee): compañías que comercian con sus empleados.
- C2C (Consumer-to-Consumer): comercio entre particulares, es decir, consumidores que compran y venden a otros usuarios.
- G2C (Goverment-to-Consumer): instituciones que permiten a sus ciudadanos realizar trámites por Internet.
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