A veces, ser todo lo productivo que desearíamos no nos resulta fácil porque interrumpimos nuestra concentración con bastante frecuencia.
Espero que estos consejos te sirvan para que tu jornada sea altamente efectiva y no te quedes con la sensación de haber podido hacer más, sin saber muy bien por qué no lo has conseguido.
Pues bien, vamos a ello.
- Duerme bien. Cada uno de nosotros tiene un mínimo de horas de descanso necesarias sin las cuales no estamos al 100%. Pues bien, trata de dormir el tiempo que necesitas y resetea mente y cuerpo para empezar el día con las pilas bien cargadas.
- Parte de la energía necesaria la encontrarás en un buen desayuno. Tómate unos minutos para preparar la primera comida del día, con vitaminas y lo más sana posible.
- Una vez en tu mesa de trabajo organiza tu jornada. Debes tener claros los objetivos del día y no los pierdas de vista, incluso cuando te vayan llegando tareas imprevistas.
- Planifica y prioriza. Diferencia lo urgente de lo importante y da salida a lo que sabes que debe estar listo antes que nada.
- No te dejes llevar por lo que te gusta. En todos los trabajos hay tareas que nos gustan más que otras. Pero ese no debe ser el criterio para remangarte y ponerte manos a la obra. Te recuerdo el punto 4.
- Si en tu trabajo las reuniones se llevan gran parte de la jornada, prepáralas con antelación, piensa cuál es el propósito de las mismas y lleva el trabajo hecho para que no sean improductivas y duren lo imprescindible.
- El correo electrónico puede ser tu enemigo. Márcate las horas en que lo vas a consultar, no dejes que te interrumpa a cada paso y no pidas que te pongan en copia de todo lo que se mueve en la oficina.
- No trates de hacerlo todo a la vez. Cuántas veces te habrás visto diciendo, es que empiezo mil cosas y no acabo nada. Tú mismo te estás dando la pista de dónde está el problema. Hay cosas que podrás abarcar al mismo tiempo, pero no empieces otras tareas sin haber acabado las verdaderamente importantes.
- Las rutinas son buenas para organizarte. Tratar de fijar las reuniones siempre en la misma franja horaria y con la misma frecuencia, establecer los descansos a lo largo del días, las paradas para comer, etc… son pequeños hábitos que también te ayudarán.
- Al final del día busca desconectar. Aquí las rutinas también son efectivas. Programa las sesiones de ejercicio o actividades que te entusiasmen los mismos días de la semana y en el mismo horario. Eso te ayudará a desconectar y prepararte para el día siguiente.
Y tú, ¿eres de los que consigue ser productivo en su jornada? Si no, pon en práctica estos 10 pasos y cuéntame si has notado un cambio. ¡Feliz jornada!