La carta de presentación, por un lado, pretende llamar la atención de quién la recibe, para que considere a continuación tu currículum como se merece. Por otro, es una muestra de tu imagen como persona y trabajador. Será tu tarjeta de visita y tiene la función de sustituirte cuando no estás presente. es la mejor presentación de tu marca personal. Normalmente es un documento en papel pero si quieres ser original e ir un paso más allá, puedes plantearte hacer un pequeño vídeo de ti mismo (unos 2 minutos aprox.) en el que el reclutador pueda verte por primera vez antes de decidir si sigue interesado en tu candidatura.
A continuación voy a explicarte los aspectos que tienes que cuidar con especial mimo:
1. ¿Qué tipo de candidatura estás haciendo?:
Hay que diferenciar entre una carta de presentación en respuesta a una oferta de trabajo y la auto candidatura. ¿Cuál debemos hacer? Sin duda, ambas. Aunque la primera puede tener más opciones de éxito, ya que estás aplicando a un puesto de trabajo que sabes que necesitan cubrir, debemos explorar todas las vías a nuestro alcance. Eso sí, ten en cuenta que debes usar modelos diferentes.
Oferta de trabajo: Debemos mencionar la fuente en la que hemos encontrado la oferta y la fecha, así como la referencia, si viene indicada en el anuncio. Al tener más información sobre el puesto al que optas, tienes más posibilidades de personalización para adaptarla a las necesidades requeridas.
Haz hincapié en que tu objetivo es participar en el proceso de selección; propón mantener una entrevista y facilita las vías de contacto para ello. Si has optado por hacer un vídeo, puedes incluir un enlace del sitio en el que lo tienes alojado, por ejemplo, YouTube.
Autocandidatura: Envíala a empresas que consideres que pueden tener puestos en los que encaje tu perfil, es decir, empresas de tu sector que te resulten interesantes. Define el área al que postulas, no dejes el tema completamente abierto, sugiere desesperación y no es la imagen que quieres trasmitir. Enfoca la carta hacia las habilidades que más te identifiquen con el área indicado y hacia los intereses de la empresa. Expresa tu interés en estar en contacto con ellos.
Por ejemplo: "¡Hola...! Mi nombre es Marta y navegando por empresas del sector encontré la vuestra y resulta que ¡me encanta!. Soy Community Manager y lo mío es trabajar en equipo por lo que encajaría perfectamente en vuestro Departamento de Marketing Digital. Además de gestionar redes sociales, también escribo en un blog (poner enlace al blog)/hago vídeos (link hacia tu canal)/diseño infografías (link hacia tu portfolio), etc".
Este es solo un ejemplo de cómo podrías empezar, pero échale imaginación, siempre dependiendo del sector al que te dirijas, adapta tu mensaje.
2. Estructura:
Aunque uses una plantilla, debe dar la impresión de que está creada exclusivamente para la empresa, por lo que céntrate en sus necesidades, no en las tuyas. Investiga sobre ella, consulta su página web, cuáles son sus valores, su misión, su visión, etc., pero no olvides nunca incluir la siguiente información:
Tus datos: No escatimes información, te interesa ser localizado.
Sus datos: Personalízala, cuantos más datos conozcas del destinatario, mejor. (Nombre y apellidos, cargo, departamento,…) Si no conoces ese dato, puedes llamar a la empresa y solicitarlo.
Saludo: Puede ser un saludo formal ya que es nuestro primer contacto (Estimada Sr. Emilia Pérez,…), o atreverte a ser más cercano siempre que, al investigar a la empresa, creas que puedes tomarte esa licencia.
Introducción: Especifica siempre el motivo de la carta y recuerda que no solo estás tratando de encontrar un trabajo para abandonar el desempleo o cambiar de empresa, les estás ofreciendo un importante recurso humano que sin duda aportará valor a la compañía.
Desarrollo: Será la parte más importante de la carta, en la que debes mostrar de forma sintetizada aquellas capacidades y fortalezas que hacen de ti el candidato ideal para el puesto concreto que oferta esa empresa en particular.
Conclusión: Una vez expuestos tus argumentos solo te queda recalcar el interés en seguir formando parte del proceso resaltando tu disponibilidad y formas de contacto.
Despedida: En la misma línea que el saludo, respetuosa y cordial. (“Esperando tener noticias suyas, le agradezco la atención y le saludo atentamente,”).
Firma: Ya que es una carta exclusiva para esa empresa, puede ser manuscrita. Si optas por hacerla en formato digital, que al menos contenga algún detalle que la personalice.
Lugar y fecha: Da buena imagen indicar estos datos. (“Jaén, 25 de agosto de 2016”).
Si has optado por la opción vídeo, puedes seguir esta misma estructura adaptándola al formato. Hazte un pequeño guión y cuida la iluminación, la ropa, los gestos, incluso el mobiliario.
3. Expón tu proyecto:
Explica cuál es tu proyecto laboral y tu objetivo profesional. Haz hincapié en experiencias pasadas y/o proyectos en los que estás inmerso actualmente. Cuida tu marca personal. Si estás empezando y todavía no tienes una idea definida de tus objetivos, explica las funciones en las que te sientes más cómodo y demuestra que puedes aportar un valor añadido a la compañía.
4. Cuida el estilo:
Ante todo, ten cuidado con las faltas de ortografía, ofrecen una imagen pésima. Además, las habilidades comunicativas, tanto orales como escritas, son un activo muy buscado por las empresas de hoy en día. Lee y relee el texto todas las veces que consideres necesario y si es posible, pide a un conocido que le eche un vistazo para tener otro punto de vista. La extensión no debe ser superior a una página, por lo que tendrás que poner en práctica tu capacidad de síntesis, evita las redundancias.
5. Propón al seleccionador una entrevista:
Seamos claros, ése es el verdadero objetivo de la carta, trasmitir una imagen positiva que cautive al entrevistador y alcanzar el siguiente paso del proceso de selección, que no es otro que la entrevista de trabajo. Además, muéstrate con confianza y determinado, comentando que te pondrás en contacto con la empresa al cabo de unos días para comentar tu candidatura. Por supuesto, hazlo, no tengas vergüenza ni miedo a ser pesado, demuestra tu interés en formar parte de esa empresa.
A partir de aquí, todo es cuestión de analizar cómo han resultado las cartas y si han conseguido el objetivo buscado: que se interesen por tu candidatura. Si no has conseguido los resultados esperados, tranquilo, dale una vuelta a tu carta de presentación, refuerza los aspectos que crees que han sido valorados y trata de limar aquellos que no obtuvieron un feedback positivo o han pasado desapercibidos.
¡Mucha suerte y sobre todo, constancia! 
