Antes de nada, piensa en qué tipo de curso buscas. En el caso de estar en situación de desempleo, lo más recomendable es realizar un curso que mejore tu currículum, ya sea mejorando tu perfil como profesional de un determinado sector o bien complementándolo con alguna capacidad trasversal que pueda ampliar tu alcance desde el punto de vista de la empleabilidad.
¿Qué tipo de formación estoy buscando?
Si esta última es tu situación, analiza tus competencias e identifica tus debilidades. Ten en cuenta que hoy en día, son prácticamente imprescindibles las siguientes:
- Competencia digital. En un mundo cada vez más “virtual”, resulta clave dominarla. La habilidad a la hora de usar dispositivos móviles y ordenadores ya se da por hecha, por lo que toca reforzar los conocimientos en otras áreas digitales, como la comunicación 2.0, es decir, el uso de las redes sociales desde un punto de vista comercial.
- Programación. Sin desviarnos demasiado del anterior punto, tener conocimientos en programación nos abre cada vez más puertas y no sólo en los puestos de informáticos, ya que la virtualización que comentábamos anteriormente, involucra especialmente a la empresa, que ahora mismo utiliza ese canal como principal vía de promoción y venta de sus productos o servicios.
- Idiomas. Siempre ha sido un requisito con mucha demanda, ya que es el instrumento principal a la hora de internacionalizar la empresa, hoy día más si cabe, ya que el proceso de digitalización global en el que nos vemos inmersos ha acortado sensiblemente las distancias entre empresas y clientes, por lo que todos los idiomas se vuelven un activo diferencial en las compañías que pretenden extender su radio de venta sin marcarse límites. Aquellos que sean más hablados mundialmente serán los más demandados (español, inglés, chino, francés) aunque debemos también tener en cuenta los que tienen especial protagonismo en el mundo de los negocios (además de los anteriores, alemán, portugués, ruso o árabe).
También debemos tener en cuenta las famosas habilidades blandas (soft skills), cada vez más demandadas por los cazadores de talento en el ámbito de los recursos humanos, entre ellas, destacaría:
- Liderazgo.
- Habilidades de comunicación.
- Resolución de conflictos y técnicas de negociación.
Una vez identificadas las competencias que pretendes desarrollar, es el momento de decidir cómo vas a realizar el curso.
¿Qué modalidad elijo?
Dependerá principalmente de tu disponibilidad para adaptarte a un determinado horario y/o de desplazarte al lugar de impartición. Hoy en día la teleformación nos ayuda a superar tanto el escollo del tiempo como el de la distancia, aunque la presencia de un docente de forma sincrónica siempre será el mejor recurso. ¿La solución? Pues quizás sea la metodología blended, en la que se intercalan ambas, aprovechando lo mejor de cada una de ellas.
¿Son mejores los cursos de pago que los cursos gratuitos?
Aunque parezca increíble, esta afirmación no se debe tomar como un axioma dentro del contexto de la formación actual, ya que existen muchos planes formativos, financiados por diferentes entidades, que ofrecen cursos subvencionados de mucha calidad.
El hecho de que el alumno no pague por un curso, no significa que sea gratis, ya que en muchos casos son las administraciones quienes se hacen cargo del gasto o incluso en otros, los propios trabajadores a través de sus impuestos.
No por ello debemos fiarnos de todos ellos con los ojos cerrados, debemos preguntarnos por qué vale ese dinero o porqué es gratis, informarnos sobre el curso, la entidad que lo imparte, sus formadores, etc.
¿Qué beneficios obtengo una vez superado el curso?
El principal beneficio de la formación siempre debe ser el aprendizaje adquirido, creo que ése debe seguir siendo la finalidad última de cualquier estudio, pero no debemos cerrar las puertas a otros incentivos. Cuanto más beneficios, más fácil será implicarnos en la formación.
- Diploma oficial homologado. No siempre es fácil conseguir uno y desde luego supone una mejora sustancial de tu currículum. Personalmente lo considero como el mejor aliciente.
- Prácticas en empresas. La empresa de hoy en día demanda experiencia profesional, los CV que tan sólo atesoran formación, por muy amplia que sea, estarán en desventaja con aquellos que, quizás menos formados, sí pueden demostrar experiencia y por supuesto, especialización en el puesto indicado.
- Contrato laboral. No es nada habitual, por lo que, siempre que exista esta posibilidad, debemos tenerlos muy en cuenta para no perder la oportunidad. Algunos planes de ayuda los incorporan, aunque como decíamos, no abundan en el panorama formativo actual.
Una vez analizados estos factores, tendremos las ideas mucho más claras de cara a elegir la formación que más nos conviene, iremos directos al grano y evitaremos perder demasiado tiempo y acabar desesperado mientras buscamos formación adaptada a nuestras necesidades.
Teniendo en cuenta estas recomendaciones, en caso ser menor de 30 años, te recomiendo echar un vistazo a la oferta formativa de Garantía Juvenil, que cumple todos los requisitos anteriormente citados. Puedes consultar nuestra oferta formativa pinchando aquí.
Si quieres consultar la oferta formativa a tu disposición, selecciona el apartado CURSOS en el menú superior. Accederás a otro buscador, en el que verás varios filtros diferentes para delimitar tu búsqueda: tu situación laboral, el sector en el que trabajas, tu edad (enfocado a los cursos de Garantía Juvenil), provincia en la que se imparte el curso, modalidad y temática.
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