1. En grandes líneas, ¿En qué se diferencia o cuáles son las peculiaridades de la FP Dual frente a la FP Clásica?
Debemos distinguir una vez más entre la Formación Educativa en sí y la Formación Profesional para el Empleo.
Bajo las reglas del Ministerio de Educación se establecen los criterios que rige la Formación Profesional, y dentro de ésta nos encontramos con la Formación Profesional Dual, que es la que alterna los estudios reglados de la Formación Profesional (Ciclos Formativos de Grado) con la formación práctica en empresas.
Estos convenios de prácticas o actividades laborales retribuidas, se ponen en marcha gracias a convocatorias públicas ofertadas por cada Comunidad Autónoma.
Pero, a la par, deberíamos también hablar de las reglas de la Formación Profesional para el Empleo, que son las que rige el Servicio Público de Empleo Estatal, y a su vez las diferentes Comunidades Autónomas.
En este caso, la formación dual se articula mediante la formación de los trabajadores en Certificados de Profesionalidad, vinculados a un Contrato de Formación y Aprendizaje.
En la FP Clásica, el alumno se forma en un área específica para preparar su integración en el mundo laboral, mientras que en la Formación Profesional Dual, el alumno combina tanto su formación académica o certificada, con su actividad laboral, de manera que puede ya poner en práctica todos los conocimientos que adquiere gracias a su formación adquirida.
La Formación Profesional Dual da un plus de mejora a la FP Clásica, acercando a los alumnos a la realidad empresarial y facilitándole el poder realizar su actividad competencial adquirida mediante las vías de la formación reglada y certificada.
2. España, encabeza la lista de paro juvenil en Europa, con más del 50% de jóvenes sin trabajo. Una de las soluciones que se propone para tratar de resolver este problema es precisamente el sistema de Formación Profesional Dual. ¿Cómo lo están acogiendo las empresas?
La Administración ha puesto en marcha buenas acciones para fomentar la cualificación y empleabilidad de los jóvenes españoles, pero no se han traducido en los resultados esperados positivos.
Ahí tenemos casos como el Fichero de Garantía Juvenil, o la propia Formación Dual.
La idea debe transformarse en acción, y es aquí dónde está el mayor problema.
En el ámbito de la Formación Profesional Dual regida por el Ministerio de Educación, se establecen pocas convocatorias en las Comunidades Autónomas, y esto se traduce en escasez de oportunidades para utilizar este tipo de FP entre los alumnos de los Ciclos Formativos.
En cuanto a la Formación Profesional para el Empleo, hemos sufrido un descenso en los Contratos para la Formación y Aprendizaje del 76% con respecto al año pasado. La causa, que a su vez debería ser su gran baluarte, ha sido el cambio de modelo: hemos pasado de una formación no certificada y en modalidad a distancia, a una formación Certificada Profesionalmente y en modalidad teleformación o presencial.
Se ha dado un salto de calidad en la Formación Profesional para el Empleo, pero hemos necesitado un periodo de adaptación, ya que para muchos implicados en el proceso esto es una auténtica novedad, aun teniendo en cuenta que es un modelo que viene derivado en el tiempo, y con una proyección que se ha paralizado en el tiempo, e incluso ha descendido drásticamente.
3. Ventajas que le puede reportar a las empresas tener trabajadores en plantilla contratados bajo esta modalidad
Las empresas son conscientes de los beneficios que les aporta un trabajador contratado mediante la Formación Profesional Dual.
Estos jóvenes son trabajadores muy motivados, ya que las empresas les están dando la oportunidad de poder alternar su formación académica o certificada profesionalmente, con un trabajo remunerado y con las garantías y derechos laborales de cualquier contrato laboral.
Además, siendo más prácticos y yendo al ámbito económico, las empresas se benefician de reducciones salariales, así como beneficios fiscales, que pueden hacer mucho más atractiva este tipo de contratación.
4. Y los jóvenes… ¿conocen esta modalidad formativa?
Esto ya lo pongo más en duda, ya que los jóvenes, que no nos olvidemos son uno de los dos destinatarios principales de esta medida (junto con las empresas), no son conocedores de todas las políticas dirigidas a la mejora de sus oportunidades laborales y formativas.
Vuelvo a incidir que es necesario que se pase de la idea a la acción.
Acciones como la Formación Dual o la Garantía Juvenil están diseñadas de manera muy positiva hacia los jóvenes, pero el problema es que no llega esta información al destinatario final.
Cada vez se hace más necesario que los Centros de Formación y demás agentes sociales hagamos una tarea de Información Juvenil u Orientación Laboral, compenetrándonos con estos servicios que ponen a disposición las administraciones públicas.
5. ¿Qué tipo de formación o especialidad es la que mejor encaja para impartir bajo esta modalidad?
Hoy en día, y con números sobre la mesa, la mejor Formación Dual sería la que ofrece el Servicio Público de Empleo Estatal con el modelo de los Certificados de Profesionalidad.
Además, por su flexibilidad, su adecuación a las necesidades de los trabajadores y las empresas, la modalidad formativa de éstos sería en teleformación.
Como decíamos, si hablamos de la FP Dual de los Ciclos Formativos, nos referimos a una mayor rigidez, ya que hablamos de convocatorias autonómicas, con un calendario establecido, y en donde las empresas deben ceñirse a estos requisitos.
En la FP Profesional para el Empleo, los Certificados de Profesionalidad permiten ser más flexibles, y el trabajador puede alternar formación y empleo desde el primer día, en el momento en el que a la empresa le convenga mejor.
Si a ello añadimos la modalidad de teleformación, os podéis imaginar que las facilidades formativas son mayores que la concreción horaria que se estima en la modalidad presencial.
6. ¿Es Alemania el espejo en el que mirarse?
Pues debemos ser conscientes de que así es.
Es un modelo ya ensayado y consolidado en Alemania. Más de un 50% de la población en Alemania ha obtenido un título dentro del sistema dual de Formación Profesional.
En España hablamos que la oferta de FP dual en España no supera aún el 5% de las plazas totales en formación profesional.
Con los Contratos de Formación y Aprendizaje se busca incrementar este porcentaje y que el acceso a esta formación dual sea una verdadera realidad.
Los Contratos de Formación y Aprendizaje suponen actualmente el 0,21% de los Contratos que se realizan en España, mientras que el año pasado era un 0,96%.
7. Por último, ¿podrías darnos datos de cómo está evolucionando esta formación en España?
En el ámbito educativo, poco a poco se incrementan de manera notable los alumnos que se acogen a esta modalidad, al igual que las empresas que optan por este tipo de incorporaciones laborales.
Debemos hacer una puntualización eso sí, es un incremento del 200% tanto en alumnos como centros participantes, pero dentro de unos registros moderados. Hablamos de unos 10.000 alumnos en toda España, 375 centros de formación y 1500 empresas.
En cambio, en el ámbito de la Formación Profesional para el Empleo, hablamos en estos primeros meses del año de 30.593 Contratos de Formación y Aprendizaje. El triple de lo que se oferta en el ámbito educativo.
A destacar que aunque el número de Contratos sea el triple en el ámbito de la Formación Profesional para el Empleo, el número de empresas participantes sí que sufre un incremento mucho mayor, ya que no optan a este modelo por convocatorias, contratando además a un número elevado de alumnos sino que su contratación es menos planificada y con un número menor de efectivos.
La Formación Profesional Dual dirigida a los alumnos de Ciclos educativos es utilizada por empresas de mayor volumen (facturación, empleados,…) que la Formación Profesional Dual para el Empleo, en la cual la mayoría de las empresas son de menos de 25 trabajadores.
Además, el sector que más utiliza este tipo de contratación es el de Servicios, para que nos demos cuenta de la radiografía de las empresas.
A modo de resumen, y como conclusión, me gustaría aportar una dosis de optimismo, y esperanza en un modelo que tiene todas las bases para convertirse en la mejor pasarela para la incorporación de nuestros jóvenes al mercado laboral.
La Administración debe plasmar estas buenas ideas en la práctica poniendo en juego todas las herramientas posibles para que así sea, y en un entorno de cohesión con todos los actores de este modelo: Empresas, Trabajadores y Centros de Formación.
Damos las gracias a Juan Vila por dedicarnos su tiempo y por despejar todas las dudas sobre esta modalidad formativa.
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