A pesar de que ser freelance puede parecer duro, si aprendes a compaginar el trabajo con tu vida social seguro que conseguirás grandes resultados.
Tienes que tener en cuenta que tú solo vas tener que ocuparte de todos los puntos del negocio: finanzas, administración, aprovisionamiento, producción, control de gestión y marketing. Para hacer todas estas tareas necesitas saber gestionar tu tiempo de la mejor forma posible. ¡No solo se vive para trabajar!
- Establécete un horario fijo de trabajo y, lo más importante, cúmplelo.
Te puede llegar a resultar complicado dejar tiempo libre para tener un poco de vida social pero es necesario desconectar de vez en cuando para volver con las pilar cargadas.
- A menos que seas Community Manager, las redes sociales desactivadas: evita distracciones.
Mientras estés realizando tareas mantén los chats y redes sociales a un lado, en silencio. Concéntrate en lo que estás haciendo y aumentarás tu eficiencia y productividad.
- Organiza tu tiempo: realiza una lista de tareas.
Hazte con un planning en el que puedas registrar cada tarea y el tiempo que te lleva realizarlas. Con esto, tendrás un control y te será muchísimo más sencillo poder mejorar los tiempos en caso de ser necesario.
- Elige tus proyectos con cabeza.
Realiza un estudio de proyectos para ver el tiempo que te puede llevar y el dinero que te va a aportar. A veces hay que decir que saber decir que no, bien porque no se tiene tiempo suficiente o porque te sobrepasa. Es mejor ser realista y decir siempre la verdad que hacer un trabajo mediocre y quedar mal con los clientes. Valora utilizar plataformas para freelance para captar proyectos. En estas webs te posicionas como profesional y recibes propuestas para realizar trabajos directamente de los posibles clientes.
- Cuida todas las áreas del negocio.
Saca un poco de tiempo al mes para realizar otro tipo de tareas importantes, como hacer publicidad de tu negocio, asistir a cursos que complementen tu formación, hacer cuentas y ordenar facturas, etc. Este tipo de gestiones no dan dinero directamente pero te ayuda a mantener al día tu trabajo y, a la larga, te aportarán ingresos de forma secundaria.
Para que te resulte más sencillo, te dejo una infografía con los consejos para gestionar tu día a día:
Lo que está claro dentro de este concepto es que para que un freelance sea considerado como tal debe tener CLIENTES. Para llegar a ellos, primero deben conocerte. ¿Cómo? Pues si sigues estas 6 sencillas pautas todo irá rodado
1. Estudia el mercado y tu target:
Investiga todo sobre el sector en el que te mueves. Descubre cuál es tu target (cliente ideal) y dirígete hacia él. Puede ser que descubras que tu nicho de mercado es diferente al que pensaste que tenías pero eso supone una oportunidad, no un inconveniente. Estos datos te servirán para crear tu Plan de Negocio.
2. Web profesional:
Crea una web o blog profesional para tu negocio que transmita confianza y profesionalidad a tus futuros clientes. Debes saber transmitir lo que haces y cuáles son tus cualidades de una forma diferente y original. Incluye una pestaña en la que te describas, ya que tú eres la cara visible de tu trabajo y muchas contrataciones se hacen por el profesional en sí.
3. Haz networking:
Apóyate en tus contactos y empieza a darle difusión a tus servicios. El “boca a boca” puede llegar a ser definitivo para un freelance. Si te animas a hacer networking verás lo sencillo que es contactar con otros profesionales de tu área y conocer a futuros clientes.
4. Hazte ver:
Mueve tu blog o web y haz que te conozcan. Apúntate en blogs de tu sector y publica en ellos y deja que otros también puedan publicar en el tuyo. Además de aumentar tu notoriedad mejorarás el posicionamiento SEO y tu visibilidad en Internet lo que puede hacer que alguien se interese en lo que haces.
Créate un perfil en LinkedIn y aliméntalo de muestras de tu trabajo, enlaces a tu web o blog y haz contactos. También puedes crearte una Fan Page en Facebook para darte publicidad pero siempre pensando que todo va dirigido a lo profesional, nunca a lo personal. Eso sí, que sepan quién eres y por qué deberían contratarte a ti.
Y como colofón, sobre todo para cuando hagas networking, diseña unas tarjetas de visita que te identifiquen como profesional y por tu trabajo. Hay empresas que a través de sus webs incluso se sugieren logos y nombres de marca si estás en blanco, aunque es preferible que todo salga de tu originalidad. ¡Dale al coco!
5. Busca un precio competitivo:
No regales tu trabajo ni lo sobrevalores. Esta parte también puedes investigarla en el primer punto, cuando investigues a la competencia. Busca y compara y hazte con una lista de precios acorde a tu valía y esfuerzo.
6. No te desanimes:
Este paso, a pesar de estar en último lugar, es el más importante. En el camino te entrarán ganas de tirar la toalla pero eso es lo último que debes hacer. Los comienzos nunca son fáciles para nadie y si trabajas duro, conseguirás que tu negocio dé sus frutos.
Lo que queda claro es que hacerte freelance puede ser arriesgado pero que si lo trabajas con esfuerzo seguro que consigues salir hacia delante y convertirte en tu propio jefe. Ahora que ya sabes lo imprescindible, ¡cuéntanos tu experiencia! Deja tu comentario debajo de este post y ¡pregunta lo que quieras!