Seguridad y salud alumno por alumno.
La mayoría de de las medidas que buscan la seguridad y la salud son aplicables a todos los alumnos. Explicar el protocolo de actuación en caso de incendios; supervisar las actividades de los alumnos durante el recreo; Mantener las condiciones de higiene en la cocina del comedor; Etcétera.
Sin embargo hay comportamientos que pueden ser beneficiosos en el caso general y perjudiciales en casos concretos. Por ejemplo, proporcionar a los alumnos una dieta variada. En general esto tiene claros beneficios nutricionales, sin embargo en algunos casos hay que tener precauciones especiales.
Las alergias e intolerancias alimentarias, un fenómeno cada vez más extendido en entre los niños.
En los últimos años se ha observado un importante aumento de los casos de alergias e intolerancias alimentarias. Los pediatras están intentando identificar las causas de este aumento. Ahora se cree que los bebes que no prueban ciertos alimentos tienen más probabilidad de desarrollar alergias a los mismos.
En cualquier caso la problemática de las alergias e intolerancias alimentarias debe tenerse en cuenta en los comedores escolares. Un primer paso sería proporcionar al alumno afectado un alimento alternativo que contenga los mismos nutrientes. Para lo cual sería bastante útil contar con formación en nutrición y dietética.
Pero tal vez más importante sería contar con un protocolo de acción ante una reacción alérgica. Ya sea por desconocimiento, o porque un alumno pruebe comida del plato de un compañero pueden darse reacciones alérgicas inesperadas. En estos casos es vital conocer los primeros auxilios que deben emplearse. Esta formación es esencial para garantizar la seguridad y salud del alumno.
Los protocolos de respuesta ante peligros deben tener en cuenta la diversidad de capacidades de los alumnos.
Los docentes son responsables de la seguridad y salud de todos sus alumnos. Por lo que conviene recordar que algunos necesitarán atenciones especiales, por ejemplo, los alumnos con movilidad reducida o dificultades sensoriales.
Por ejemplo en caso de incendio es posible que estos alumnos necesiten ayuda para llegar las zonas exteriores seguras. Es importante que tanto docentes como alumnos tengan claro cómo actuar en estos casos. Los simulacros de incendios pueden ser una oportunidad para concienciar a los otros alumnos para que presten ayuda. Esos ejercicios pueden fomentar la educación en valores además de la seguridad y salud de los alumnos.
Los nuevos retos de la seguridad en el entorno escolar.
Hasta ahora hemos hablado de riesgos evidentes para la seguridad y salud de los alumnos. Sin embargo hay otros riesgos que suelen pasar más desapercibidos y por lo tanto su prevención es más difícil. Estamos hablando de riesgos para la salud mental y el bienestar emocional de los alumnos.
En esta etapa de la vida los jóvenes son especialmente susceptibles a la opinión que los demás tengan de ellos. Por lo que situaciones como el acoso escolar, si no se tratan a tiempo pueden conducir a trastornos depresivos. Desafortunadamente las nuevas tecnologías han traído consigo una versión del acoso más difícil de combatir, el ciberbullying.
Aunque no directamente ligado al entorno educativo los docentes tienen un papel fundamental en la lucha contra el ciberbullying. Debido a la cantidad de tiempo que pasan con los alumnos, es posible que los profesores detecten cambios de comportamiento. Además, y dada su figura de mentores, es posible que los alumnos afectados les confíen sus problemas. En estos casos una acción coordinada entre docentes y familia puede resultar de gran ayuda para los alumnos afectados.
La seguridad y salud de los alumnos debe ser sin duda la máxima prioridad en los centros educativos. ¿Os interesa formaros en alguno de los temas mencionados, como los primeros auxilios para discapacitados? ¿Trabajáis en el sector de la Enseñanza? Entonces encontraréis éstos y otros cursos en nuestro espacio específico de cursos para trabajadores del sector de la educación.
