Esos mismos miedos, no nos dejan ver más allá y son los mismos que siente cualquiera de nosotros cuando intentamos escribir nuestra primera publicación o realizar cualquier otra actividad delante de una audiencia que nos va a escuchar, leer u observar.
Este artículo se estructura en los 3 puntos siguientes:
1. Cómo perder el miedo a escribir tu primer post.
2. Analiza las necesidades de tu público objetivo.
3. Nadie mejor que tú conoce tu empresa.
Cómo perder el miedo a escribir tu primer post
En función del grado de conexión que tengamos con la audiencia llegaremos a mayor o menor número de lectores, amplificando nuestro atractivo como redactores a medida que perfeccionemos nuestra calidad de expresión. Nuestra calidad de expresión mejora inundándonos con lectura.
Para describir correctamente, antes deberíamos pensar en las diferentes posibilidades para expresar una idea u opinión, narrar una historia o redactar una noticia o evento.
Quizás lo principal y al mismo tiempo básico, es preguntarse previamente si nos gusta escribir con frecuencia sobre un tema que resulte interesante sopesando la posibilidad de que en ciertos momentos tengamos la sensación de que se nos agoten las ideas o incluso el tema ya no dé para más. Muchas veces se trata de expresar lo mismo pero desde diferentes puntos de vista. Al fin y al cabo, todos sabemos que una historia cambia dependiendo si la cuenta una u otra persona.
La mayoría de los lectores son, inconscientemente, escritores potenciales cuya naturaleza es como un reloj de arena: a medida que avanzan en la lectura, mayor predisposición tiene para la escritura. Los más avezados lectores de cualquier publicación son devoradores natos de cualquier publicación, no sólo porque les importe la información sino porque también se fijan en la expresión, en el cómo escribe o redacta la persona que están leyendo sin importarles la fecha o, por momentos, la autoría.
Al leer, no sólo nos informamos sino que nos adentramos en un mundo de nuevas ideas que después de ser leídas sugieren otras que están conectadas con las primeras pero que ya son nuestras porque son el resultado de nuestra reflexión y pensamiento. En el momento en que lo que leemos, nos sugiere otras ideas que ya son propias, es ahí donde comienza el camino de la escritura y ya sólo nos hace falta lápiz y papel o teclado, un índice o estructura relacionado e intentar hacer el primer borrador de lo que será nuestro primer post.
No es casualidad que la facilidad de palabra se cultive con la lectura. No siempre es así, pero no conozco a nadie que sea aficionado a la lectura y se exprese incorrectamente, ya sea oral o por escrito. Así, una lectura previa sobre el tema que vayamos a tratar y una forma de narrar fiel a la forma que tengamos de pensar, nos ayudará a conectar e identificarnos con la audiencia de forma única y original. Por lo tanto, más facilidad tendremos para ser recordados.
En resumen y con el objetivo de adentrarnos en el maravilloso mundo de realizar nuestra primera publicación, es aconsejable que consideremos la lectura como pieza fundamental para saber dirigir nuestra expresión escrita a la audiencia apropiada.
Analiza las necesidades de tu público objetivo
Si queremos perdurar y crecer como empresa debemos conocer en todo momento cuáles son las necesidades de nuestro público objetivo en un entorno cambiante. La transformación digital y la dinámica de las redes sociales nos obligan a dar respuestas ágiles ante dichos cambios.
La pandemia actual no ha hecho más que profundizar dichos cambios y convencer tanto a consumidores como empresarios de los beneficios de tener un mercado digital integrado en nuestro día a día. Las empresas que mejor se han comportado son las que mejor han entendido las necesidades de los clientes.
Por otro lado, el desarrollo del mercado digital ha supuesto en el ámbito de la contratación y del empleo la posibilidad de contar con recursos que antes de la pandemia el empresario desconocía o descartaba: teletrabajar. Actualmente, el empresario dispone de la opción de contratar para trabajar en la empresa o teletrabajar, es decir, trabajar conectado a la red y a la programación de la empresa a través de plataformas sin necesidad de estar en la oficina de forma presencial, ampliándose así las posibilidades del mercado de trabajo tanto para empresarios como para trabajadores.
En el contexto actual, el empresario debe conocer las nuevas necesidades del teletrabajador, del consumidor y del cliente con el objetivo de dar una respuesta a sus cambios y demandas actuales.
Nadie mejor que tú conoce tu empresa
El producto, características y catálogo son conocidos al detalle por el propietario y máximo responsable de la empresa.
La empresa debe publicar un contenido acorde a las necesidades del cliente. El producto es una respuesta a esta necesidad y el contenido es una cualidad más del producto y de la imagen de la empresa. Debemos analizar las necesidades del cliente para ofrecerles contenidos que le interesen.
El gran avance que ha supuesto el marketing de contenidos hace que la redacción, estilo y comunicación sean fundamentales en la identificación, proyección e imagen de la empresa.