Hace muy pocos años, si alguien nos dijera que sería posible dar clase a miles de alumnos a la vez; seguramente, le diríamos que estaba loco. Pero hoy, gracias a los avances tecnológicos, esto es posible con los denominados «MOOC».
La palabra MOOC es un acrónimo en inglés que significa Massive Online Open Courses, o lo que es lo mismo, cursos online masivos y abiertos. En español no existe un término generalmente aceptado para referirse a estos cursos, sino que existen varios para referirnos a lo mismo. Por ejemplo: CEMA (Curso En línea Masivo y Abierto), CAEM (Curso Abierto En línea Masivo), COMA (Curso Online Masivo y Abierto) o CALGE (Curso Abierto en Línea a Gran Escala).
Los MOOC son cursos online, masivos y gratuitos, a los que pueden acceder alumnos de todo el mundo y gracias a los cuales se pueden eliminar la barrera de dinero, edad y tiempo, ya que conllevan flexibilidad horaria. Más allá de esto, no dejan de ser cursos tradicionales en los que hay profesores, compañeros, materiales, actividades y evaluaciones.
En este tipo de cursos, los alumnos visualizan clases grabadas en vídeo (de duración aproximada 15 minutos); interactúan entre ellos y con los profesores; elaboran nuevos apuntes y mejoran las respuestas de los ejercicios propuestos. Finalmente se realizan pruebas, que se corrigen de forma automática para evaluar los conocimientos adquiridos, aunque a diferencia de un curso online tradicional, se le da más importancia al proceso de aprendizaje que a la evaluación.
Todos los MOOC tienen una serie de características:
- Es un curso masivo, no hay límite de plazas, y pueden acceder personas de todo el mundo.
- Acceso libre, es decir, no hay que cumplir ningún requisito ni hacer ninguna prueba previa para poder acceder a un curso; simplemente hay que registrarse y tener ganas de aprender.
- El acceso es gratuito, y digo acceso, ya que en ocasiones las tutorías o acreditaciones pueden tener un coste económico.
- Se desarrolla completamente en línea, por lo que se puede hacer tranquilamente desde casa.
- Está diseñado para promover el aprendizaje de forma autónoma, ayudándose de numerosos recursos (vídeos, foros, herramientas de videoconferencia, etc.).
- Son los alumnos quienes resuelven las dudas entre ellos. En caso de que la duda no se solvente o se resuelva de forma errónea, es el profesor el que da la respuesta correcta.
Como es lógico, este modelo de formación tiene una serie de inconvenientes:
- El contenido del curso es el mismo para todos los alumnos. No se tiene en cuenta si los alumnos tienen o no los conocimientos para realizar o alcanzar los objetivos.
- Al venir el temario acompañado por vídeos, los alumnos pueden omitir la parte de texto y sólo ver el vídeo para llegar cuanto antes a la realización del examen.
- Son muchos los alumnos que inician el curso, pero también son muchos los que lo abandonan. El motivo más frecuente de abandono es que no se ajusta a las necesidades del alumno; y el hecho de que el curso no tenga un coste asociado, hace que sea más fácil dejarlo.
Aunque la aparición de los MOOC es un hecho relativamente reciente, su idea no lo es tanto. En el año 1988 Isaac Asimov predijo la educación informatizada y consideraba que una educación acorde con los gustos e intereses de cada alumno iba a ser la solución para que las personas disfrutasen aprendiendo. Os recomiendo que le echéis un vistazo al siguiente vídeo, en el que podréis ver a Isaac Asimov hablando sobre este tema:
