Según los datos de este estudio, realizado entre los 17.300 alumnos que acudieron al Salón de Orientación Universitaria Unitour, el 24% de los estudiantes tienen claro el grado que va a estudiar, pero un 76% duda entre varias opciones.
Cuando piensas sobre si salir de casa para realizar estos estudios superiores, los aspectos que deberías poner en la balanza son los siguientes:
- Presupuesto: es el punto principal. Estudiar fuera de casa en España te saldrá como mínimo por 6.000 euros el curso. Esta cantidad aumentará en función de la ciudad elegida, de si vas a realizar tus estudios en un centro público o privado y del tipo de alojamiento (residencia, piso compartido…). A esto hay que sumarle los gastos comunes de cualquier universitario: matrícula, material escolar, comidas, etc.
- Responsabilidades: administrar el dinero, la alimentación o el mantenimiento de la casa son algunos de los compromisos que asumes al salir fuera a estudiar. Algunos os dejáis llevar por el ocio, lo que acaba costándoos el curso, una buena cantidad de dinero e incluso el abandono de la carrera.
- Adaptación: la mayoría lleváis bien los traslados y os adaptáis rápidamente a las nuevas circunstancias. Sin embargo, hay un pequeño porcentaje que no se llega a adaptar del toso o tarda más tiempo y acaba echando en falta a su familia y amigos. Es importante que, al menos, controles tu entorno para que esta adaptación sea lo más rápida y sencilla. El primer paso es organizar la habitación. Si vives en un piso compartido, debes establecer normas con tus compañeros para los espacios comunes. Luego hay que explorar el vecindario para ver dónde está el supermercado, el médico o el transporte público.
Vale, ya has valorado los pros y contras de esta decisión y quieren entrar a formar parte de ese porcentaje que sale de casa para seguir estudiando. Entonces...
¿Cuáles son las ventajas de estudiar fuera de casa?
Aunque los inicios nunca son fáciles, los beneficios de cambiar de ciudad y/o de país se pueden resumir en 9 puntos:
1. Aprender un idioma de forma fácil y casi natural: si vas a un país en donde se habla otra lengua, te verás forzado a aplicarla. Aunque no tengas una base previa, con un poco de empeño se pueden mantener conversaciones básicas con nativos a corto plazo. Además, cursarás las asignaturas en ese idioma y también te examinarás, lo que reforzará la parte escrita, oral y el nivel de lectura.
2. Ampliar tu red de amigos: en la universidad y/o residencia/colegio mayor conocerás a muchos jóvenes en tu misma situación, algo que os acercará muchísimo. No solo harás amistades, sino que además nunca sabes cuáles de esos amigos, por las vueltas de la vida, acabarán siendo socios, clientes o contactos importantes de cara a tu futuro desarrollo profesional.
3. Manejar eficientemente el tiempo: tendrás que ser más productivo y aprenderás a trabajar bajo presión. Al salir de tu zona de confort, te vuelves una persona más independiente, con un pensamiento mucho más estratégico. Además, aprendes a trabajar en equipo.
4. Interactuar con distintos métodos de enseñanza: tendrás un beneficio si asistes a clases en una universidad de prestigio con profesores e investigadores de reconocida calidad. Podrás comparar las ventajas y desventajas de los distintos sistemas educativos, que poseen otros criterios y formas de pensamiento.
5. Aprender otras culturas de primera mano: conocer la forma de pensar, comer, actuar, hablar y trabajar de otro lugar, crea un espectro más grande sobre cómo funciona el mundo globalizado. La interacción con los miembros de esa cultura te servirá para entender verdaderamente sus costumbres y pensamientos.
6. Cambiar de paradigma: conocer otros hábitos de vida modificará conceptos o ideas preconcebidas. Al estar en un mundo muy diferente al tuyo, podrás repensar tus creencias, valores y puntos de vista. Adquieres una perspectiva de largo plazo y trabajas de una manera a la que no estabas acostumbrado.
7. Crecer como persona: disfrutar de una experiencia personal única te ayudará a madurar y mejorará la confianza en ti mismo. Tienes que aprender a valerte por ti mismo en un entorno extraño, y eso en la universidad de la vida equivale a muchos créditos.
8. Ampliar horizontes laborales: contar con una experiencia de esta naturaleza dará un plus a tu curriculum vitae, puesto que denota un desempeño del idioma extranjero (si estudiaste en otro país) y una madurez añadida. Todo ello te abre oportunidades para trabajar en otros países, o bien para conseguir mejores alternativas laborales al regresar a tu lugar de origen.
9. Avanzar en tu especialidad: ampliarás la perspectiva geográfica de tus estudios y los métodos de enseñanza, especialmente si eres filólogo o has optado por los negocios. Una experiencia internacional te enseña muchos skills básicos como capacidad de síntesis, de comunicar una idea o de venderte a ti mismo.
A priori, irse a otra ciudad a estudiar es una oferta muy atractiva para cualquier estudiante. Sin embargo, tiene sus peligros:
- Tiempo de adaptación a las costumbres del nuevo hogar. No será fácil asumir algunas de ellas.
- Periodos en los que añorarás tu ciudad, casa, familia y amigos.
- Estudiar en el extranjero exige varios requisitos y trámites burocráticos como, por ejemplo, llenar las solicitudes respectivas, tramitar visados para ingresar y permanecer en el país destino, superar ciertas pruebas de idioma o materias específicas. Además, debes informarte muy bien de los trámites de homologación o validación de títulos en tu país de origen.
- Estudiar fuera de casa puede resultar bastante caro, pero no te desanimes si no cuentas con todos los recursos. Existen otras opciones como las becas de estudio, subsidios, descuentos, préstamos, o programas de estudio-trabajo.
A pesar de esto, los estudiantes son unos aventureros y cuando s eles pregunta en qué lugar les gustaría trabajar una vez acaben su etapa universitaria, un 54% afirma que no lo importaría cruzar la frontera; al 33% le es indiferente y se trasladará donde encuentre trabajo, mientras que un 21% buscará empleo fuera de España. Por su parte, un 24% prefiere quedarse en su provincia o comunidad y un 22% trabajaría en cualquier parte del país.
Si te dan la oportunidad de irte fuera e independizarte, te animo a que consideres esa posibilidad y te empapes de la experiencia que supone, conozcas a personas de otros sitios y aprendas otras culturas y costumbres. ¡Nunca se deja de aprender!