Cada uno de esos marcos de referencia o buenas prácticas corresponde a enfoques diferentes, en función de dónde se ponga el énfasis en el ciclo de vida de un proyecto. De ahí que sean muy diferentes e, incluso, puedan llegar a parecernos incompatibles. En función de qué tipo de proyecto queramos gestionar, deberemos saber elegir la fórmula más adecuada y, si es el caso, elegir un marco de referencia u otro. Nuestro objetivo a alcanzar debe ser tratar de garantizar el éxito de nuestro proyecto.
El enfoque predictivo y el enfoque ágil en la gestión de proyectos
Por su aceptación internacional y por el enorme número de personas que los siguen, existen dos referencias esenciales para la gestión del proyectos: el PMBoK guide, de origen norteamericano, y proyectos Prince2, con una difusión menor, si bien es el referente en el entorno británico. Ambas responden a la categoría de las que podríamos denominar metodologías predictivas. La característica que las define es que, según ellas, la forma más eficiente de desarrollar un trabajo es hacerlo bien a la primera, lo que solo conseguiremos si somos capaces de definir al detalle el resultado que queremos obtener y trabajamos en un entorno estable.
Si gestionamos un proyecto con un enfoque predictivo, tendremos que planificar meticulosamente todas las tareas que tendremos que llevar a cabo a lo largo de todo el proyecto, la duración y el coste de cada una de esas tareas, así como el estándar de calidad que aplicaremos, los recursos necesarios y los riesgos a los que tendremos que hacer frente. Una vez planificado el proyecto, tendremos que intentar seguir el plan marcado por todos los medios. Además, si a lo largo del proyecto se produce algún tipo de desviación, tendremos que intentar corregirla o minimizarla, de forma que consigamos ajustarla todo lo que podamos al plan inicial; y, si es evidente que este no puede mantenerse, tendremos que replanificarlo, con los inconvenientes asociados.
Frente a ese modelo predictivo, que muchas veces se conoce como "de cascada", por cómo todo lo que se ha de hacer debe recogerse en un cronograma plagado de tareas e hitos que se van sucediendo a lo largo de la duración del proyecto, han surgido, sobre todo en las empresas de desarrollo de software, otros métodos que se fundamentan en el desarrollo ágil, iterativo e incremental, con el que se tratan de minimizar los efectos de los riesgos inherentes a todo proyecto, gracias a desarrollos muy cortos.
El objeto del enfoque de la gestión ágil de proyectos no es construir un gran producto "completo" a través de un proyecto "largo", sino de ir creando un "pequeño" producto con unas funcionalidades mínimas en una iteración muy corta para, a partir de ahí, añadir cada vez más funcionalidades en cada una de las iteraciones posteriores en la gestión del proyecto. La característica principal de este tipo de enfoque es que cada etapa aporta valor, ya desde el inicio del proyecto, gracias al feedback del usuario y/o del cliente, de forma que el alcance global del proyecto evoluciona constantemente. De hecho, esta evolución y mejora continuas pueden provocar el efecto perverso de que el proyecto "no termine nunca".
Es importante destacar que, aunque el origen de este tipo de metodologías (o buenas prácticas en realidad) destaca en el desarrollo de software, donde ha logrado los mejores resultados, este no es el único ámbito donde puede ser aplicado. Entre las propuestas ágiles, las más conocidas son Scrum, que fundamentalmente es un marco de trabajo en equipo ágil para la gestión de proyectos, y Kanban, que, en esencia, es una forma ágil para la gestión del trabajo, poniendo el énfasis en la entrega "justo a tiempo".
Obras de referencia
Como obra de consulta esencial para un project manager, destaca Guía de fundamentos para la gestión de proyectos (PMBoK), editada por el Project Management Institute (PMI), la mayor organización a nivel internacional de las orientadas a la gestión de proyectos (más de 600.000 miembros en cerca de 170 países). El PMBoK es el único estándar reconocido por el Instituto Nacional Estadounidense de Estándares (ANSI) y está alineado con las normas ISO 21500 e ISO 9001.
La guía contiene una descripción general de los fundamentos de la gestión de proyectos reconocidos como buenas prácticas, que se actualizan constantemente. En la actualidad, está vigente la sexta edición, donde se hace referencia a los entornos ágiles, iterativos y adaptativos, describiendo cómo estas prácticas se integran en la configuración de un proyecto.
Si la opción elegida es el modelo ágil, conviene consultar Scrum, escrito por Jeff Sutherland, uno de sus creadores. El libro, según las palabras del autor, "está pensado para narrar el porqué del Scrum" y, en el apéndice final, explica cómo hacerlo y por dónde empezar.
Conclusión
Una de las claves para asegurar el éxito de cualquier proyecto es identificar las metodologías existentes, elegir el enfoque adecuado y alinear nuestra gestión a sus principios.
Para conocer las alternativas para project management, se puede leer este artículo sobre "Estándares y metodologías", entre las que sobresalen las propuestas del PMBoK y de Scrum, que podemos conocer en cursos relacionados con la Gestión de proyectos, como lo es el de Curso online gratuito de 40 horas sobre Gestión de Proyectos.
¿Quieres ampliar información sobre la gestión de proyectos?
Te facilitamos estos vínculos a las obras de referencia en esta temática:
Project Management Institute (PMI)
Guía de los fundamentos para la dirección de proyectos (Guía del PMBoK®). 6ª ed.
Jeff Sutherland y Ken Schwaber
Cavid McCormick Escandión
La gestión de proyectos: un panorama conceptual
iPMOGuide
Glosario de Project Management
Comisión Europea (de especial relevancia para proyectos europeos, por la actualidad de este tema)
Open Project Management Methodology
PM2 Project Management Methodology. Guide 3.0
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