Todo esto nos lleva a una conclusión: hay muchas oportunidades de trabajo para profesionales que conozcan las nuevas técnicas de almacén. Y para que veáis que no sólo estamos hablando de simples mozos de almacén, veamos algunas de estas nuevas tecnologías.
Las nuevas técnicas de almacén que las empresas necesitan.
Algunas de las nuevas tendencias del sector de la logística incluyen:
- La omnicanalidad: Una única empresa de logística administra todos los canales de comunicación con el cliente. Email, SMS, redes sociales… De esta manera es más fácil mantener informado al cliente por ejemplo estado de su envío, o de las existencias.
- Cadena de suministros sostenible: Cada vez hay una mayor preocupación por el medio ambiente, las medidas van desde la optimización de rutas al uso de materiales biodegradables.
- Logística inversa: Relacionada con el punto anterior, sería el equivalente a la idea clásica de las botellas de leche retornables, pero para todo tipo de paquetería.
- La integración y la digitalización de la logística: Una de las tendencias más importantes y que más formación requiere. Esencialmente la industria 4.0.
¿Y qué es esto de la industria 4.0? Es el concepto de usar la tecnología de la comunicación y la inteligencia artificial para dar lugar a una cuarta revolución industrial. Expresado de una forma más sencilla, crear fábricas inteligentes, o en este caso, almacenes inteligentes. Aunque es más fácil entenderlo con ejemplos de las nuevas técnicas de almacén.
CC4 Christoph Roser at AllAboutLean.com
El Internet de las cosas y su impacto en las técnicas de almacén:
Este término hace referencia al concepto de que las tecnologías de intercomunicación no se apliquen sólo a ordenadores y dispositivos informáticos. Esta idea ya está dando sus primeros pasos, ahora distintos objetos son capaces de recabar información y enviarla a otros objetos o a un sistema central para optimizar su utilización.
Por ejemplo, en el caso de un almacén: Imaginemos que a todos los paquetes que entran se les pone un tipo de etiqueta inteligente. Este tipo de etiquetas se conocen como RFID tag, tienen un código que puede ser escaneado, pero también pueden tener distintas formas de lectura. Por ejemplo, pueden enviar directamente información por bluetooth. De esta manera todas las etiquetas pueden leerse al mismo tiempo desde cualquier parte del almacén.
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Eso quiere decir que los trabajadores del almacén saben en todo momento dónde está cada paquete y pueden trazar sus rutas para recogerlos de la forma más optimizada posible. Pero las posibilidades del internet de las cosas van más allá.
Imaginemos que algunos de los paquetes contienen mercancías frágiles, o que necesiten conservarse a una temperatura concreta. Estas etiquetas pueden incluir sensores que permiten detectar si estos paquetes han sufrido un golpe e informar de que el contenido debe revisarse en busca de desperfectos. O pueden detectar que el paquete está a una temperatura inadecuada y comunicárselo directamente al sistema climatizador del almacén.
Y además esta información no tiene por qué quedarse en el almacén. Hoy en día muchas empresas ofrecen a los compradores realizar un seguimiento de sus paquetes. Esto también es posible gracias al internet de las cosas.
Pero quizás lo mejor del internet de las cosas son las oportunidades que abre al integrarse con otras técnicas de almacén.
La robotización y la automatización de los procesos:
Una de las técnicas de almacén e industria a la que ya estamos acostumbrados es a la automatización de muchos procesos. Todos hemos visto alguna vez una cadena de montaje o de embalaje con cierto grado de automatización, usando lectores de etiquetas que envían los distintos paquetes al destino adecuado.
Pero la industria 4.0 lleva esto un paso más allá. Ahora gracias al Internet de las cosas los drones que transportan las distintas mercancías pueden activarse por sí mismos cuando reciben la señal adecuada. Esto no quiere decir que ya no se requiera la intervención de personal dentro del almacén. Simplemente los técnicos de almacén pasan a necesitar nuevas competencias, como conocimientos de robótica para hacer que los drones funcionen de la forma más eficiente posible. En general las funciones de los trabajadores se orientan cada vez más hacia la coordinación y la gestión.
Sistemas de organización de almacenes.
En definitiva todas estas nuevas técnicas de almacén están encaminadas a mejorar su eficiencia. Y una de las mejores formas de hacerlo es implementar un sistema informático de gestión de almacenes.
Estos sistemas brindan muchas opciones a los trabajadores de niveles muy diferentes.
- Los mozos y carretilleros pueden disponer de realidad aumentada que les indique qué ruta deben seguir dentro del almacén.
- Estas rutas son trazadas por los coordinadores de tráfico, que disponen de mapas de zonas calientes e información en tiempo real de la posición de las carretillas.
- Los encargados de compras tienen mucho más fácil medir el pulso del stock.
- Los encargados de seguridad cuentan en todo momento con un mapa de los puntos donde más accidentes se producen y pueden controlar la velocidad y el comportamiento de los drones para garantizar la seguridad de los trabajadores.
- Los gerentes de planta tienen a su disposición programas que calculan automáticamente la forma óptima de almacenar las mercancías.
Y todos estos puestos se benefician de conocimientos de una gran transversalidad dentro del almacén. Sin embargo, curiosamente esta es una asignatura pendiente del sistema de educación. Hay muy pocas carreras o ciclos orientados específicamente a la logística. De ahí que las empresas denuncien que hay pocos candidatos con la preparación en logística actualizada necesaria.
Pero visto desde el punto de vista de posibles candidatos, esto quiere decir que con invertir un poco de tiempo en formación en técnicas modernas en almacenes, podrían conseguir acceso a uno de los principales sectores en alza. Ya sea con un curso de logística, almacenaje y aprovisionamientos en el sector hostelero o algo más general como un curso transversal de organización de almacenes.
