Entonces la pregunta del millón es ¿Cómo conjugar la creatividad con la disciplina y el cumplimiento de lo exigido por la ley de educación? ¿por qué a tantos profesores les fastidia tanto hacer la programación de los cursos que deben impartir? Vamos a tratar de descubrirlo...
Programación docente como instrumento para el profesor
Yo creo que la razón principal es que no saben lo que es una programación ni para qué sirve. Se trata de un instrumento muy útil si se sabe manejar bien porque nos ayuda a saber qué hacer ante cualquier eventualidad que se presente en el aula y a los alumnos les ayuda a tener claros los objetivos que deben alcanzar en su proceso formativo.
¿Para qué sirve la programación docente?
La programación es un documento que organiza los objetivos del currículum, los contenidos del proceso, los medios para lograrlos, la metodología y el tiempo en que se deben alcanzar según la normativa vigente. De esta manera nos enfoca y nos deja claro a dónde y cómo debemos llegar. No solo es útil para los profesores, también lo es para los alumnos porque les indica claramente qué se espera de ellos, que competencias y habilidades deben desarrollar para superar la asignatura y cómo pueden participar activamente en el proceso.
Todo esto está muy bien pero la programación debe ser algo vivo, capaz de ser modificado a lo largo del curso según las características y necesidades particulares de los alumnos y las incidencias y retos que se presenten durante el tiempo de la acción formativa, es decir, debe combinar flexibilidad y planificación. La programación debe estar al servicio de los alumnos y profesores y no al revés.
Hay más ventajas prácticas en tener una buena programación; entre otras está que no vamos a tener que estar improvisando todo el tiempo, es bueno sorprender de vez en cuando pero no es bueno que nuestros alumnos nunca sepan qué va a pasar; por otro lado, es muy útil si te tienen que sustituir en el aula, ayuda en caso de "desorientación" porque tenemos siempre presente el objetivo final de lo que estamos haciendo y, por último, la temporalización es especialmente útil porque evita que la formación quede incompleta o acabe antes de lo establecido.
En resumen, la programación didáctica es, en definitiva, la concreción con acciones prácticas de los objetivos de enseñanza generales y teóricos. Ahora bien, el documento en que se recoge debe ser algo vivo y ser flexible para adaptarse a las necesidades y circunstancias de los profesores y alumnos involucrados.