Identificar el Ciberbullying
Pero el ciberbullying no es una “cosa de niños”, sus consecuencias pueden ser letales, llegando a acabar con la autoestima de los jóvenes y con cuadros graves de ansiedad. En algunos casos, las victimas desarrollan enfermedades con las que tendrán que lidiar el resto de su vida.
En nuestra realidad y en la de nuestros jóvenes, por desgracia, el ciberbullying está normalizado, nos hemos acostumbrado a ver diariamente conductas que pueden vulnerar derechos de terceros, pero que no somos capaces de identificar, algunas de estas conductas se pueden materializar de diferentes formas, como por ejemplo:
- Distribución de fotografías vergonzantes que se hacen en entornos privados.
- Memes o montajes que tienen como fin ridiculizar.
- Robo de contraseñas para acceder a información privada.
- Suplantación de identidad para realizar acciones que pueden llegar a vulnerar la dignidad.
- Publicaciones ofensivas acosando y amenazando.
- Creación de rumores con el fin de destruir socialmente a los adolescentes.
La prevención como principal herramienta
Las nuevas tecnologías son necesarias y nos abren las puertas a la información y no debemos renunciar a ellas, pero es necesario educar y reeducarnos para que se haga un uso responsable de las mismas con una base esencial: el respeto hacia los demás.
El ciberbullying se ha hecho transversal y no podemos atender a un perfil determinado de las víctimas, pero sí podemos realizar acciones de concienciación y prevención en los más jóvenes. Por este motivo, es necesario conocer los principales aspectos y conceptos ligados al mismo y saber identificar conductas en la red que, aún estando normalizadas, pueden ser el primer paso hacia un acoso con consecuencias fatales. Conocer los entornos en los que se produce el ciberbullying y contar con herramientas para poder denunciar hechos que puedan vulnerar la intimidad y el honor de las personas es fundamental. Si todos somos capaces de identificar los mismos hechos y de denunciarlos podremos actuar de forma conjunta.
Los jóvenes tienen que conocer también las herramientas y saber que la denuncia es fundamental. Es necesario que los protocolos apoyen a las víctimas, pero que también realicen un seguimiento integral a los acosadores, conocer los perfiles y qué les impulsa a realizar conductas que están muy alejadas del respeto hacia los demás. Siendo conscientes de que tienen responsabilidad frente a los actos que realizan dentro y fuera de la red. Y que con dichos actos pueden hacer mucho daño a sus iguales.
Es necesario saber que las víctimas no están solas y que existen protocolos de prevención dentro de los centros escolares y que las propias Administraciones Públicas como, por ejemplo la Xunta de Galicia, trabajan con protocolos para prevenir, detectar y tratar el ciberbullying.
Aprender en casa
Las redes sociales son necesarias en nuestro entorno, muchas veces les pedimos a los jóvenes que hagan un uso responsable de sus teléfonos móviles cuando los adultos estamos todo el día pegados a ellos. Hacer una captura de pantalla de un perfil, compartirlo con nuestros contactos de Whatsapp, reírnos, hacer bromas, e, incluso, aceptar comentarios que, fuera del entorno digital, serían impensables, puede ser el principio de una situación de acoso. Si este ejemplo lo vemos en unos adolescentes, dentro de un entorno educativo nos echamos las manos a la cabeza, pero si lo hacen adultos seguramente esté normalizado. En este sentido, todos debemos realizar un aprendizaje y saber detectar y rechazar esas pequeñas acciones que pueden llegar a ser perjudiciales para terceros.
La escuela digital ya es un hecho y se tienen que establecer códigos de conducta, de prevención y de gestión de programas, así como evaluación y seguimiento de los hechos denunciados. Al margen del entorno escolar, en el hogar tiene que haber una educación digital, con acuerdos adoptados entre las partes y con una gestión adecuada de las nuevas tecnologías.
La formación como primer paso
La formación de los todos los implicados es necesaria, tanto padres como profesores debemos identificar conductas de ciberbullying, además de saber cuáles son los canales a los que se debe acudir para denunciar hechos que pueden vulnerar el honor de terceros. Dentro de esa formación también debe estar la concienciación de los menores e invitarlos a no “ver para otro lado” cada vez que ven en redes esas conductas. Animando a denunciar y denunciando cuando sea necesario. Recuerda, muchas veces, en el ejemplo está la clave.
En la formación no sólo se aprende a utilizar herramientas digitales de control parental, se invita a pactar con los jóvenes, se dan herramientas para que ellos mismos sean críticos y se conocen las herramientas institucionales con las que contamos en la actualidad.
En definitiva, el sentido común es muy importante, pero la formación de todos los implicados y saber cómo actuar y a dónde acudir es vitar para acabar con el ciberbullying. En Cursos Femxa te ofrecemos la posibilidad de formarte con nuestro curso de Ciberbullying.