¿Qué es la PRL o prevención de riesgos laborales?
Bien es cierto que según el tipo de actividad que desarrollemos tanto la probabilidad como la gravedad de los accidentes laborales que se pueden derivar, varían considerablemente. Pero con independencia del puesto de trabajo de cada uno, todas las empresas (todas sin excepción) han de desarrollar un sistema de prevención de riesgos laborales que ahonde en los procedimientos con los que pretenden evitarlos, proteger a sus empleados y, algo muy importante, que les ayude a reaccionar en caso de accidente.
Y es este modo de anticiparse a situaciones de riesgo derivadas de las tareas de cada puesto lo que permitirá a las empresas a adoptar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de sus trabajadores.
¿Por qué es necesaria la formación en prevención de riesgos laborales?
Debemos conocer los riesgos a los que estamos expuestos en el desarrollo de nuestra actividad, así como saber qué protocolo de actuación tenemos de seguir para evitar, en la medida de lo posible, cualquier situación no deseada.
Pero es necesario ir un paso más allá y dejar de ver la prevención como parte de una obligación a la que están sujetas únicamente las empresas y empezar a trasladar su utilidad a nuestro día a día. Para esto, existen cursos gratuitos de prevención de riesgos laborales para autónomos, trabajadores y desempleados.
¿En qué nos ayuda la formación sobre riesgos laborales en el día a día?
Como trabajadores, las ventajas de conocer cómo debemos actuar ante determinadas situaciones resulta más que evidente, pero para la empresa, la formación en prevención de riesgos tiene que empezar a ser vista como una inversión rentable y no como un gasto, ya que:
- La percepción de trabajar en un clima de seguridad aumenta la calidad de vida de sus trabajadores.
- Se incrementa la confianza y por tanto la satisfacción y motivación.
- Mejora la imagen de la empresa tanto desde un punto de vista interno respecto a sus empleados como por parte de sus clientes y ecosistema empresarial.
Sin embargo, y volviendo a nuestra percepción como trabajadores, nos sigue resultando complicado ver en la prevención de riesgos una herramienta de utilidad que nos facilite la actividad diaria.
El desafío reside más en un cambio de mentalidad; un cambio en nuestra forma de pensar y entender la prevención. Y es que, como ya hemos apuntado, una correcta ejecución en materia de prevención también mejorará nuestra satisfacción y nuestro vínculo con la empresa para la que trabajamos.
¿Cómo desarrollar mi actividad de una forma segura?
Estar preparado es fundamental. Saber cómo tenemos que actuar ante determinadas situaciones antes de que sucedan.
Este objetivo que se cumplirá cuando empresarios y trabajadores nos demos cuenta que es esencial cumplir con las normas preventivas empresariales y empecemos a incorporar de forma natural comportamientos que nos ayuden a protegernos.
Recuerda que la seguridad en el trabajo no es solamente responsabilidad del empresario sino que tú, como trabajador, también tienes mucho que decir en materia de prevención. Toma la iniciativa y fórmate en un área que te beneficiará en el desarrollo de tu actividad día tras día.
Por supuesto, el empresario ha de tomar las riendas y entender que la salvaguarda de la salud y la seguridad de sus empleados no solamente sirven para evitar sanciones administrativas, sino que han de formar parte de la cultura de la propia empresa.
¿Y tú?, ¿conoces los riesgos a los que estás expuesto?