- Tus debilidades, un clásico de las entrevistas de trabajo. El problema con esta pregunta es que no solemos querer mostrar debilidades cuando estamos en búsqueda activa de empleo, pero debemos ser conscientes de que no existe trabajador inmaculado e infalible, por lo que se valorará el autoconocimiento, la capacidad crítica y el deseo de mejora continua. En este caso, es recomendable reconocer algún aspecto en el que ya estés trabajando en mejorarlo y hacer hincapié en ello. Quizás consideras que deberías mejorar en tu manejo del paquete Office y estás haciendo un curso on-line para mejorarlo, pues ahí tienes tu respuesta. Muestra determinación en la consecución de tus objetivos y tu gran capacidad de aprendizaje.
- ¿Por qué has abandonado tu anterior puesto de trabajo? El objetivo real de esta pregunta es descubrir si eres una persona negativa o difícil a la hora de trabajar en equipo. Por regla general, el entrevistador creará un ambiente amigable para que te sientas cómodo con la empresa, confiado a la hora de criticar a la competencia. No caigas en la trampa, respira hondo y reorienta tu discurso hacia tu interés en no dejar de mejorar profesionalmente, de ahí el interés en la nueva empresa, siempre agradeciendo las oportunidades recibidas y lo aprendido en anteriores experiencias laborales, mostrándote abierto a posibles futuras colaboraciones. Realmente, les interesa saber cuál será tu actitud hacia la compañía en caso de finalizar tu relación con la empresa además de tu capacidad para expresarte de forma políticamente correcta.
- ¿Cuánto quieres ganar? Esta pregunta es la que suele generar mayor inseguridad entre los entrevistados, ya que erróneamente tendemos a pensar que nuestras posibilidades de contratación y emolumentos vendrán determinados por la respuesta, nada más lejos de la realidad. En este caso, resulta muy útil hacer una labor previa de investigación sobre la política salarial de la empresa, para no mostrarte muy desorientado en caso de que ofrezcas una cifra a esta respuesta, aunque yo te recomiendo no ser tan preciso en un primer momento y reorientar la respuesta hacia tu interés en tu propio desarrollo profesional y los desafíos que éste te ofrezca, pues como conoces a la compañía, sabes que es responsable familiarmente y cuida de sus empleados. En muchos casos, insistirán en que te “mojes” indicando una cifra, y es aquí donde tu labor de investigación comentada anteriormente te ayudará a salir del paso.
Estas 3 preguntas son las más comúnmente señaladas como incómodas por la mayoría de los entrevistados, aunque hoy en día la selección de personal está cambiando mucho y, aunque en España todavía no sea muy habitual, os dejo una lista de las 3 más impactantes que me he encontrado mientras me documentaba para este artículo en procesos de selección en EE.UU.
A pesar de no ser tan habituales, nunca está de más preparar cualquier eventualidad.
-¿En qué otras empresas estás haciendo entrevistas actualmente? En mi caso, indicaría que estoy en muchos procesos de selección de diferentes sectores para mostrar mi determinación y flexibilidad laboral aunque haciendo hincapié en la interesante oportunidad que este puesto de trabajo supone para mí.
-¿A quién vas a votar? Peligro, peligro,… Todos nos tomamos muy en serio la política, por lo que todavía estamos en proceso de análisis de cara a tomar una decisión de forma documentada y responsable, como haríamos en nuestro puesto de trabajo, ¿verdad?
-¿Alguna vez has robado material de oficina? Quien lo pregunta sabe que sí lo has hecho, no lo dudes, ¿quién no se ha llevado un bolígrafo sin darse cuenta en el bolsillo? Tratemos la pregunta de forma desenfadada indicando esto y si procede, contando alguna anécdota al respecto.
¿Alguna vez te han hecho estas preguntas? ¿Cuál ha sido la más extraña o surrealista que has padecido? ¿En tu caso, cómo las respondes?
