Vivimos una crisis de aprendizaje, más que de educación. Por encima de los 250 millones de niños sin escolarización, hoy en día, 330 millones de niños están en la escuela, pero no aprenden.
Debemos preguntarnos ¿qué esperamos cuando educamos a un niño?
Si tenemos en cuenta que la infraestructura más importante para la sociedad es una mente educada, lo mejor que podemos hacer es mejorar nuestros sistemas educativos y apoyar a nuestros educadores. El problema es que invertir más dinero en sistemas rotos sólo provocará más ineficiencias.
Es fundamental poner en valor la creación de programas sostenibles que tengan en cuenta que, para un mayor rendimiento, hay que promover la felicidad y el bienestar emocional de todos los agentes implicados en el sistema escolar.
“Estamos impidiendo que los niños y jóvenes tengan un desarrollo óptimo cuando les privamos del aprendizaje social y emocional” René Diekstra.
¿QUÉ ES LA EDUCACIÓN EMOCIONAL?
La educación emocional busca responder a las necesidades sociales o competencias emocionales no atendidas en las materias académicas ordinarias: conciencia y regulación emocional, autogestión, inteligencia interpersonal, habilidades de vida y bienestar.
La neurociencia nos enseña que la gestión de las emociones básicas y universales debería preceder a la enseñanza de valores. Es un error pensar que cognición y emoción son dos cosas totalmente separadas: pertenecen a la misma área cerebral así, que enseñar a gestionar mejor nuestras emociones implica un mejor aprendizaje. Los programas de educación socioemocional tienen en cuenta que son capaces de cambiar y mejorar nuestro cerebro gracias a la neuroplasticidad. Sólo un educador consciente de que cuando enseña a un niño, lo que está haciendo es “cambiar su cableado” cerebral, puede educar de forma consciente. No es sólo enseñar, sino ser conscientes de la enorme responsabilidad del que enseña: se está transformando la física, química, anatomía, fisiología, conducta y procesos mentales de un niño probablemente para siempre.
Esto es así debido al sistema de recompensa del cerebro: los circuitos de placer. Como se suele decir, sólo se puede aprender aquello que se ama. El instrumento para hacerlo es la curiosidad, la atención.
¿QUÉ ES MINDFULNESS Y QUÉ RELACIÓN TIENE CON LA EDUCACIÓN EMOCIONAL?
Mindfulness es una técnica que sirve para entrenar y mejorar la atención y se trata de un concepto central para la educación emocional. Como tiene tanto que ver con el modo en el que manejamos nuestro foco atencional, también se lo llama atención plena.
Aunque se suele relacionar el mindfulness con el budismo u otras religiones del mundo que lo utilizan de manera implícita o explícita, se enseña desprovisto de connotaciones o terminologías orientales o religiosas, dado que se trata de una capacidad básica y humana de conexión con el presente.
Esta capacidad nos ayuda a intimar con nuestra propia experiencia, sea agradable o desagradable, a estar en el presente y prestar atención de manera consciente, con interés, curiosidad y aceptación. Nos permite trabajar de forma consciente el estrés y otros desafíos de la vida aceptándolos sin juzgar.
La enseñanza de mindfulness fomenta el florecimiento académico desde lo emocional y lo social, propiciando el aprendizaje del alumno desde un estado de bienestar, fortaleciendo los circuitos cerebrales responsables de la atención, el autocontrol, la empatía, etc. Hoy en día los niños están tan sobreestimulados, que enseñarles a calmar la mente y centrar la atención desde etapas tempranas afectará positivamente a su salud y bienestar a largo plazo, mejorará sus relaciones personales y sus resultados académicos.
Parece una nimiedad; parece que es muy sencillo vivir en el momento presente, pero, aunque creemos tener el control consciente de nuestra atención, en realidad solemos estar rondando pensamientos acerca del pasado, del futuro, o más bien, saltamos de unos a otros. De hecho, aprender a controlar esta capacidad exige práctica para su perfeccionamiento. Las dos grandes técnicas en las que se apoya el mindfulness son: la respiración y la relajación.
Just Breathe, Julie Bayer Salzman and Josh Salzman. Wavecrest Films
La práctica de mindfulness tanto para profesores como para alumnos conlleva beneficios aplicables tanto dentro como fuera del aula: incremento en la capacidad de aprendizaje porque desarrolla la atención y mayor capacidad de concentración, mayor conciencia de sí mismos, regulación y equilibrio emocional, control de impulsos, empatía y compasión, pensamiento creativo, mejor manejo del estrés, y por tanto mayor habilidad para afrontar conflictos y situaciones adversas, satisfacción y relaciones más sanas tanto en casa como en el trabajo o en el centro de estudios.
Si estás interesado en saber más sobre mindfulness y su relación con la educación emocional, Mindfulness. Guía para educadores es una lectura muy recomendable y se encuentra disponible de forma gratuita bajo licencia Creative Commons. Su autora, Alazne González (@alaznegonzalez), es doctoranda en la Universidad del País Vasco y es especialista en comunicación, educación, información, publicidad, diseño gráfico y nuevas tecnologías. Se describe en sus redes como inquieta por naturaleza, apasionada de las TIC, los materiales audiovisuales, cómics y su impacto en los diversos contextos socio-educativos, desde centros escolares a bibliotecas.
De momento los programas de mindfulness son programas piloto, no están muy expandidos, pero lo harán durante la próxima década. En España, varias autonomías, como Canarias, Andalucía, Aragón, Cataluña o Comunidad Valenciana, están participando en el desarrollo de esta práctica.
En Femxa somos conscientes de la importancia de una formación del profesorado actualizada para lograr una enseñanza de calidad; es por eso, que ofrecemos cursos como aplicación de herramientas digitales en la innovación educativa, creación y dinamización de comunidades virtuales en entornos educativos online, educación en valores, formación de formadores o metodología didáctica, e información diversa sobre las nuevas tendencias educativas en nuestro blog.
