Cuando se habla de startups todos podemos tener en la mente empresas como Facebook, Google, Twitter, Twenty o Privalia. Gigantes empresariales que empezaron como startups. Empresas españolas como Chicfy, Jobandtalent o Wallapop son también ejemplos de ellas. Incluso Instagram, una startup sin modelo de negocio, fue comprada por Mark Zuckerberg porque vio las posibilidades de crecimiento.
Una startup es una empresa de nueva creación, un nuevo producto o servicio con grandes posibilidades de crecimiento, pero bajo condiciones de incertidumbre extrema. Las startups ya no son patrimonio de los jóvenes y cada vez más profesionales con experiencia se lanzan a montar la suya. Equipos formados por socios con habilidades distintas y complementarias creen en el potencial que tendrá su idea.
En España hay más de 7500 startups, pero no hay que olvidar que muchas de ellas desaparecen a los pocos meses o años de vida. Su tasa de supervivencia es mucho menor que la de las pymes. Pero la ambición de unas y otras es completamente distinta desde el momento de su creación. Las startups asumen riesgos: “todo o nada”.
Una de las primeras frases del libro te muestra cómo debes enfrentarte al emprendimiento: “asociar dos ideas que siempre han sido entendidas como divergentes, espíritu emprendedor y management”.
Eric Ries, a través de su propia experiencia en su empresa IMVU, te explica cómo construyeron un producto mínimamente viable (MPV), lo enviaron a los clientes y cobraron por él, para después ir actualizándolo a través de los feedbacks de los clientes. Este enfoque promovió una corriente de pensamiento empresarial basado en management, desarrollo de producto, lean manufacturing y pensamiento de diseño, entre otros. Este método se llama Lean Startup.
Emprender es crear nuevos productos en condiciones de incertidumbre con una gestión orientada a ella y aprendiendo a crear negocios sostenibles. Y todo ello puede apoyarse en un método científico. “Estamos ante la creación del management del segundo siglo”.
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El libro está organizado en tres partes: Ver, Dirigir y Acelerar donde definirá quién es un emprendedor, qué es una startup, cómo definir la estrategia adecuada, evitar el despilfarro de antemano, cómo buscar esa síntesis entre tu visión del producto y la que los clientes aceptan, la importancia del feedback y el circuito de “Crear-Medir-Aprender”, dónde invertir energía, tiempo y dinero, entre otros muchos conceptos. |
A través de sus capítulos aprenderás a reconocer el momento de pivotar de la estrategia inicial o perseverar en ella. Identificar si estamos progresando y afrontando la realidad de descubrir dónde podemos habernos equivocado. Es decir, entender si la empresa simple y llanamente está ejecutando correctamente un plan sin sentido. Tus dudas sobre cómo conseguir un crecimiento sostenible son resueltas a través de entender los motores de crecimiento para que los clientes conozcan tu producto y se mantengan fieles a él.
Es una metodología de moda, que simplifica y ejemplifica los conceptos, alejándote del primer error asociado a las startups: la idea de redactar un plan de negocio estable y sólido y una concienzuda investigación del mercado. ¿Cómo voy a hacer un plan de negocio si aún no se cuáles son mis consumidores o cuáles de mis productos serán adecuados? Lo importante es definir la estrategia antes de lanzarte, e innovar continuamente sobre ella. Con el método Lean Startup tienes las claves para hacerlo.
Seas un joven empresario con grandes ideas o una gran empresa, únete al movimiento Lean Startup.
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