Urge, pues, la existencia de profesionales preparados para ofrecer una atención correcta, cercana y humana a gran parte de la población, esa que necesita cuidados de enfermería en geriatría.
Una adecuada y completa formación, por tanto, es absolutamente fundamental, ya que debemos pensar que es un trabajo que exige tener unos conocimientos específicos para poder desarrollarlo con seguridad y adecuadamente. En la actualidad se requieren titulaciones como la de Atención Sociosanitaria a Personas Dependientes en Instituciones Sociales o Atención Sociosanitaria en el Domicilio, para las que ofrecemos contenidos formativos ajustados al certificado de profesionalidad sin requisitos de acceso y con facilidades de pago, incluidas en nuestro catálogo de formación privada de Escuelas Profesionales.
Cuidados básicos de geriatría que debemos conocer
Los cuidados básicos de enfermería en geriatría ocupan tanto el bienestar físico como emocional de los pacientes. Por ello, además de cuidar el estado de salud de los ancianos, es importante que se estudien y cubran sus necesidades sociales y psicológicas.
Atendiendo a los cuidados básicos a nivel físico, que un profesional de la enfermería en geriatría debe garantizar, nos encontramos con:
Higiene en los mayores
La higiene personal
No debemos olvidar que estamos ante pacientes incapacitados, en muchas ocasiones, para realizar tal actividad. Proporcionarles ayuda de forma segura y adecuada no solamente requiere de fuerza y voluntad, sino de ser conocedor de ciertas técnicas que ofrezcan, por un lado, tranquilidad y confianza en el paciente y, por otro lado, que la higiene se realiza de la forma correcta.
A este respecto, es importante prestar atención a cuatro aspectos: la temperatura del agua, que el jabón sea ph neutro, secar correctamente y la posterior hidratación.
Tampoco se debe olvidar, en este punto, la higiene bucal.
La higiene postural
Mantener una correcta posición del cuerpo permitirá un menor desgaste del mismo, disminuirá los riesgos de lesiones y evitará que se presenten dolores. Por tanto, la higiene postural debe cuidarse tanto cuando el paciente se encuentra sentado o tumbado, como cuando se encuentra de pie.
Espalda recta, pies alineados con los hombros, cabeza erguida y evitar cruzar las piernas, son algunas de las claves básicas del cuidado de la postura.
La alimentación saludable y completa
La nutrición es la base de la salud de todos y cobra especial importancia en edades avanzadas, cuando el ejercicio físico (otro pilar de salud) se ve reducido. Es importante que cada paciente cuente con un estudio adaptado a sus necesidades nutritivas y sus limitaciones. Para conocer mejor los aspectos nutricionales que se deben tener en cuenta para elaborar un menú óptimo, puedes formarte en nutrición:
En cuanto a las necesidades psicológicas y sociales, en un nivel básico nos encontraremos con:
El cuidado del estado de ánimo
La disminución de las tareas y de la actividad social, junto con el deterioro de la movilidad física, convierte a los más mayores en vulnerables ante los trastornos del estado anímico.
La atención a la calidad del sueño
La higiene del sueño repercute enormemente en la calidad de vida y en la salud de los pacientes geriátricos. Un profesional de la enfermería geriátrica debe conocer los posibles tratamientos existentes y ofrecer una solución adecuada atendiendo a las patologías del paciente.
La realización de actividades sociales
Mantener un círculo de pertenencia y relaciones sociales de calidad ayudará a que el estado de ánimo de los pacientes no se vea mermado.
Por otro lado, es imprescindible realizar el seguimiento pertinente de aquellas enfermedades y patologías más comunes en los mayores.
Patologías en los mayores
Entre las enfermedades geriátricas más comunes nos encontramos con aquellas asociadas a la edad como son las de carácter circulatorio (como puede ser la hipertensión), articular (como es la artrosis y la artritis) o neurológicas (demencia, alzheimer o párkinson), pero también con muchas adquiridas por los hábitos de vida, como la diabetes, la obesidad o las anemias.
Por supuesto, forma parte del trabajo de un profesional de los cuidados en enfermería geriátrica cumplir con los requerimientos sanitarios propios de las patologías de los mayores, así como, establecer una rutina y fomentar hábitos de vida saludables que ayuden a mitigar los efectos de dichas patologías.
Cuidados y técnicas en la atención al mayor
Si antes hablábamos de la importancia de ofrecer a los pacientes geriátricos un cuidado físico y mental, ahora ahondaremos un poco más en los métodos que existen para ofrecer el mejor estado de salud posible a los mayores.
Es importante tener claro que la intervención en enfermería geriátrica tiene como fundamento ayudar a los pacientes a mantener su autonomía, a evitar y prevenir la pérdida de esta y a ofrecer cuidados que garanticen su bienestar.
En cuanto a los cuidados y técnicas precisos en la atención al mayor nos encontramos:
- Administración de medicación.
- Control de su correcta alimentación e hidratación.
- Vigilancia ante alteraciones en piel, uñas, ojos, etc.
- Cuidados del aseo.
- Mantenimiento de higiene del sueño y control sobre posibles alteraciones.
- Atención a las necesidades de movilización y actividad física.
- Cuidado en la higiene postural.
- Observación del estado de ánimo.
- Realización de actividades que ejerciten la memoria y la orientación espacial del paciente.
El deterioro físico natural producto de la edad, sumado a las enfermedades que puedan tener, hace que los ancianos necesiten de cuidados y atenciones especiales para las cuales no cualquiera está preparado. La formación en cuidados de enfermería en geriatría es imprescindible para garantizar un correcto trato con el enfermo. Adquiere ahora los conocimientos necesarios para dar respuesta a la amplia demanda de atención en residencias, centros de día, ayuda domiciliaria y familiar, con este curso online de 60 horas.
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