Sus reflexiones también están en Balcon40.com pero hemos querido hablar con ella en persona sobre el desarrollo de “una mentalidad más digital”.
¿Cómo son las nuevas relaciones?
Me alegra que empieces por esta pregunta, porque si algo ha cambiado la revolución digital son nuestros valores. Y con ellos, las relaciones que las sustentan. Hoy, en un mundo global e hiperconectado, donde el espacio y el tiempo se desdibujan, todos tenemos una capacidad que, a mi juicio, lo cambia todo: hoy podemos elegir. Y las personas hemos decidido “sintonizarnos” solo con aquello que nos informa, que nos entretiene o que nos emociona.
¿En qué medida cree que la Transformación Digital mejora la educación?
Creo que hay dos dimensiones a considerar. De un lado, están las nuevas capacidades que aporta el uso de herramientas digitales para el aprendizaje, haciéndolo más rico, más interactivo y sobre todo más personalizado. Y por encima de esto, la capacidad que la revolución digital nos ofrece de acceso a información y a recursos educativos. A todos, en todo momento y lugar. Que todo el mundo tenga acceso a la educación no es una mejora, ¡es un sueño cumplido!
¿Cuáles son las tecnologías que cree que están y estarán transformando la realidad educativa y su futuro?
Casi te diría que todas las nuevas tecnologías, sin excepción, han encontrado aplicación en el ámbito de la educación. Vídeos y dispositivos interactivos, cursos online, chats y grupos de aprendizaje, proyectos colaborativos, realidad virtual, Internet de las cosas, Big data, inteligencia artificial. Hasta blockchain llega ya para apoyar en temas de certificación y evaluación. Con este presente, aún casi sin explotar, el futuro es difícil de imaginar…
Creo que es fundamental trabajar el valor del cambio, el “qué ganamos” y el “para qué sirve” cada cambio que introduces.
¿Cómo han evolucionado las plataformas de e-learning?
Pues desde una primera “versión” donde eran casi puros repositorios de contenido hacia una experiencia donde, el nivel de interacción con profesores, recursos y compañeros es tal, que te olvidas de que no estás en un aula. Yo creo que el reto (de profes y alumnos) está en mejorar esa empatía digital que nos permite escuchar y comunicar a distancia con toda la potencia del cara a cara.
¿Cuál es la importancia de la “alfabetización digital” en el siglo XXI?
Ser funcional, digitalmente hablando, es imprescindible. Quien no es capaz de utilizar medios digitales para buscar y gestionar información y para comunicarse está ya fuera de juego. Sin embargo, deberíamos entender que saber utilizar herramientas digitales no necesariamente nos construye una “mentalidad digital”. Y que por ello debemos además trabajar en el desarrollo de nuevas capacidades, como el aprendizaje continuo, la gestión de la incertidumbre y del error y el desarrollo de nuestras redes de colaboración.
¿Cuáles son las fases de la digitalización de una entidad?
Yo considero que el punto de partida debe ser un análisis profundo de quiénes somos y quiénes podemos llegar a ser, siempre con la vista puesta en qué podemos aportar a nuestros clientes, que tienen unas necesidades y expectativas propias del siglo XXI y que esperan que las satisfagamos con medios del siglo XXI. Y a partir de este punto, establecer un plan a todos los niveles que incluya cambios en los procesos, nuevas herramientas, y sobre todo una gestión del cambio en las personas. Porque las personas somos el motor de la transformación digital. Que, dicho sea de paso, tiene muchísimo de cambio cultural.
Que todo el mundo tenga acceso a la educación no es una mejora, ¡es un sueño cumplido!
¿Qué es el Big Data y qué relación tiene con la Transformación Digital?
El big data es una herramienta que permite inferir patrones de comportamiento a partir de la recolección masiva de datos. Es una herramienta que cambiará la forma en que tomamos decisiones.
¿Qué obstáculos cree que puede haber a la hora de digitalizar un aula?
Creo a pies juntillas en eso de que “cada maestrillo tiene su librillo” ?. Cada aula es un mundo, pero como en las empresas, las mayores cortapisas vienen siempre de las personas y no de las herramientas. Creo que es fundamental trabajar el valor del cambio, el “qué ganamos” y el “para qué sirve” cada cambio que introduces.
Hay datos de la Comisión Europea que aseguran que el 90% de los futuros puestos de trabajo requerirán habilidades digitales, pero también hay educadores que todavía se oponen al cambio. ¿Qué les aconseja?
Que olviden esas reticencias. Y que se dejen llevar. Que se fijen en quienes lo están haciendo bien, para que vean no sólo cómo lo hacen, sino todo lo que ganan. El ejemplo es una palanca muy potente en el aprendizaje.
