Cómo Implantar un Cuadro de Mando
Empezando por el principio, y de modo general, el implantar un CMI o cuadro de mando integral (Balance Scorecard) simplemente trata de producir periódicamente un informe que ayude a gestionar un determinado proyecto.
Este informe es un conjunto de indicadores, los cuales nos aportarán la información necesaria para saber si la estrategia de actuación es correcta y que nos ayudarán a visualizar los elementos clave sobre los que actuar para gestionar correctamente el progreso del proyecto.
El objetivo a perseguir trata de, usando herramientas analíticas, llegar a organizar las actuaciones necesarias y mostrar una visión global de la situación. Los beneficios de implementar un cuadro de mando son muchos, algunos de ellos serían:
- Revisión mediante mediciones si los objetivos estratégicos se están cumpliendo en la operativa diaria.
- Monitorizar el cronograma del proyecto.
- Promover la comunicación entre las partes implicadas.
¿Qué debe medir un cuadro de mando?
Cuando hablamos del cuadro de mando de un proyecto, por éste nos referimos al objeto último de estudio, y puede ser una empresa en su conjunto, la prestación de un servicio o cualquier proceso que implique varias acciones y una coordinación entre diferentes puestos de trabajo.
Con esta óptica es fácil entender que los indicadores (KPIS) que escojamos deben abarcar todas las aristas del proyecto: operativa, finanzas, logística, satisfacción del cliente…
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Indicadores desde el punto de vista operativo
- Costes de fabricación.
- Costes de mantenimiento.
- Productividad de los trabajadores.
Indicadores desde el punto de vista de las finanzas
- Flujo de caja.
- Gastos financieros.
- Cotizaciones de divisas o materias.
- Amortizaciones.
Indicadores desde el punto de vista logístico
- Tiempos de entrega.
- Riesgos del transporte internacional.
- Posibilidades de almacenaje.
- Precios de compras y aprovisionamientos.
Indicadores de la satisfacción del cliente
- Precio.
- Niveles de calidad.
- Ratings y recomendaciones.
- Tiempos de atención al cliente.
- Incidencias comerciales.
Problemas que surgen al utilizar un cuadro de mando
No podemos sugerir que existan desventajas al implementar un cuadro de mando, pero sí riesgos; como todo en la vida, si se hace mal pueden surgir complicaciones. En este caso nos harían tomar malas decisiones, derivadas de:
- Escoger mal los indicadores.
- Que la implementación del CMI suponga un coste desmedido para el proyecto.
- No adaptar el CMI a los cambios del proyecto o de la empresa en sí misma.
En definitiva, el Cuadro de mando es una excelente herramienta de comunicación interna y control en cualquier negocio o proyecto que se emprenda. Para comenzar a utilizarla será necesario dedicar una fase de planificación a decidir qué indicadores son los que mejor retratarán la situación y preparar al equipo que periódicamente deberá conseguir los datos que definirán las reuniones y acciones posteriores a su análisis.
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