Aplica las técnicas de deshidratación de alimentos más actuales.
La deshidratación es un sistema ideal para preservar cualquier alimento. Mantiene prácticamente conservadas todas sus propiedades (vitaminas, minerales, etc.) incluso realzándolas, e intensificando el sabor dulce por la concentración de azúcares.
Cuando deshidratamos o desecamos alimentos como frutas, verduras, carnes, pescados, hierbas, pan… hacemos que pierdan casi completamente el agua que poseen permitiendo su conservación, haciendo posible que la comida dure meses. Además, aporta ventajas como la reducción de espacios de almacenaje ya que al deshidratar una fruta, esta pierde alrededor del 75% de su peso original. 25grs. de fruta deshidratada equivalen a 100grs. de fruta fresca.
Otra de las características de la deshidratación radica en la mejora de la conservación, alargando la vida útil del alimento. A continuación mostramos varios métodos de secado de alimentos.
Cómo deshidratar alimentos en el horno
Enciende el horno a una temperatura de 40-47 °C. Resulta útil que conozcas de antemano cómo se comporta tu horno, ya que ningún horno doméstico es igual a otro. Apaga el horno cuando se aproxime a los 47 ºC. Las temperaturas que oscilan los 55-70 ºC destruyen los nutrientes.
Deja la puerta del horno entreabierta. La apertura debe ser de entre 5 a 10 cm, así permites que salga la humedad y controlas la temperatura.
Si el horno tiene ventilador, úsalo. Así, la corriente de aire constante secará más rápido las rodajas finas y las frutas pequeñas.
Dale vuelta a las piezas de fruta cada 20 o 30 minutos para asegurar un secado uniforme. Utiliza una pinza de cocina.
Si la fruta se ve seca, ya está lista. El tiempo total de deshidratación de las piezas depende de varios factores: la cantidad de agua que contiene la fruta, tamaño de la rodaja, la temperatura del horno y el nivel de humedad del aire. Sin embargo, de forma referencial, puede calcularse un promedio de 2-4 horas o hasta que se vean secas.
Cómo deshidratar alimentos en el microondas
Selecciona fruta de calidad, fresca, en el punto ideal de maduración y sin maltratos evidentes.
Lávala y sécala muy bien (puedes usar papel de cocina, del tipo absorbente).
Córtala en rodajas delgadas. Elige un solo tipo de fruta por cada tanda de secado.
Coloca las rodajas de fruta encima de un plato apto para microondas (o encima del mismo plato giratorio de vidrio del microondas). Distribúyelas sin amontonarlas.
Programa el microondas aproximadamente a 30 o 45 minutos (el tiempo depende de la fruta, la humedad y el tamaño). Selecciona la función de descongelado, para evitar que se queme.
Guarda la fruta deshidratada en un frasco de vidrio o envásala al vacío.
Cómo deshidratar alimentos al sol
Lava la fruta minuciosamente y sécala muy bien (emplea papel de cocina, preferiblemente absorbente).
Expón las rodajas de fruta al sol y al viento en una rendija para dejar circular el viento.
Cubre las rodajas con una mosquitera fina o una gasa para evitar los insectos. Resulta esencial que la fruta reciba sol y aire directo.
Dale vuelta a las piezas cada 12 horas.
La temperamental ambiental debe ser de alrededor 29 °C.
Si la fruta se ve seca, está lista. Puede tardar entre 2-5 días en deshidratarse por completo.
Cómo deshidratar alimentos con deshidratador eléctrico
Un deshidratador es un aparato creado exclusivamente para secar alimentos, de manera totalmente controlada.
Ventajas del deshidratador
- Evita la variabilidad de clima.
- Garantiza la higiene.
- Te permite elegir diferentes texturas (crujientes, chip, crackers o texturas blandas).
- Consume poca electricidad.
- Evitas los aditivos químicos.
- Seca frutas, verduras, pescados y carnes.
Método de elaboración
Selecciona los productos en estado óptimo de maduración y descarta los productos muy maduros o con manchas. Después lávalos con agua para quitar la suciedad.
Pela y corta en rodajas o en tiras con un grosor de no mas de 1 centímetro
Colócalas separadas en el deshidratador para empezar el secado.
Después del secado envasa rápidamente y almacena en un lugar seco, aireado y protegido de la luz.
Un buen ejemplo de vivir sin residuos y aprovechar estas técnicas de deshidratación es reciclar las pieles de los tomates que normalmente tiras. Colócalas en una bandeja apta para cualquiera de los métodos mencionados anteriormente sobre un papel de hornear y déjalas secar hasta que estén super crujientes sin nada de humedad. A continuación tritúralas con un robot para pulverizar y lo pones en un tarro hermético. Úsalo como condimento en la cocina para todo, incluso puedes mezclar con sal de escamas, y podrás aportar un toque de sabor a tus guisos, para intensificar sabor a cualquier salsa, tortilla o revuelto e incluso en masa de pizza y pan. Y aun mas, si pones 1 cucharada de polvo de tomate, añades una pizca de agua y remueves… lograrás un tomate concentrado instantáneo.
En conclusión, la deshidratación de alimentos es una alternativa de conservación, para disfrutar de productos que no son de temporada y aprovechar al máximo cada carne, fruta o verdura que tienes en casa.
Así que, si estabas pensando en utilizar estas técnicas de deshidratación de alimentos, adelante, será una práctica muy útil para ti. Además, en el caso de que quieras seguir descubriendo más sobre estos temas, te recomendamos el curso online de manipulación en crudo y conservación de alimentos. Con estos conocimientos tu cocina será más versátil.
