El libro de texto clásico como recurso educativo responde a un uso de los contenidos aislado, sin contexto y muy desmotivador para el alumno. Todo va en una sola dirección, representando los contenidos de una manera cerrada, única y formal, cuando el conocimiento nunca ha sido más universal, abierto y veloz que en la actualidad. A veces incluso los podemos encontrar influidos por intereses ideológicos y políticos.
Así es que en el año 2017, según el Análisis sectorial del libro realizado por el Ministerio de Educación, los libros web aumentaron un 16,4 % en relación con el año anterior. Los formatos que mayor crecimiento han experimentado fueron ePub con un 78,8%; Mobi (Kindle), el 39,4%; y los Pdf, el 6,8%.
El fin del libro tradicional en las aulas
Los docentes son los más beneficiados de la digitalización del libro y su uso como recurso educativo. Algunas de las versiones digitales contienen resúmenes de los temas (para imprimir), ampliaciones o posibilidad de añadir notas.
A la par, algunos de los cuadernos de ejercicios que cuentan con versión digital permiten realizar ejercicios con la posibilidad de que se corrijan al instante. Eso sí, con pocas o ninguna explicación cuando hay errores.
Esto significa que, independientemente de que se prefiera un soporte u otro, el profesor necesita estar ahí, conocer sus contenidos y estar formado para cualquier situación que pueda surgir.
Otras de las grandes ventajas de trabajar con el libro web son la velocidad y la portabilidad. Los profesores tendrán a su disposición los trabajos de los alumnos de inmediato y no deberán cargar con todos las tareas impresas.
No todo vale en relación al libro web
Como hemos mencionado, el libro web como recurso educativo ofrece muchas posibilidades, pero también muchos peligros si no se cuida el acceso a la tableta y ordenadores o el contenido de los ejemplares, a veces provenientes de una fuente desconocida.
Por eso se recomienda que estos procedan de entidades o empresas reconocidas que garanticen que son rigurosos, se actualizan constantemente, se adecuan al currículo y tienen en cuenta las competencias básicas y las destrezas que los alumnos deben adquirir en cada nivel educativo, desde diversos puntos de vista y enfoques pedagógicos.
El libro de texto digital no debe limitarse a ser una digitalización de la versión en papel, sino que debe ofrecer una interactividad que relacione la teoría con su aplicación a la vida cotidiana.
El libro web como recurso didáctico, al fin y al cabo, debe buscar la participación del alumno y servir para consolidar y practicar de forma individual y grupal y evaluar el aprendizaje.
En definitiva, el libro web como recurso educativo es algo que probablemente todos terminemos usando en nuestras aulas y como no es fácil encontrar un equilibrio, ya que cada alumno y clase es un mundo, os aconsejamos también las mejores aplicaciones para tablet.
