La experiencia te dice que no podrás dejarlo todo para la lista de buenos propósitos del mes de septiembre como cada año, así que date la oportunidad de experimentar las ventajas de formarte.
¿Quieres saber 6 estupendas razones para aprovechar el verano como se merece?
1. Hay tiempo para todo:
Los días son más largos y aunque está claro que tu agenda va a estar apretada con tantos planes más que apetecibles, te será más fácil sacar algo de tiempo para tareas pendientes.
Si trabajas, seguro que los meses de verano estás más tranquilo porque baja un pelín la actividad en tu empresa y también es probable que tengas jornada de verano, así que vas a tener el tiempo libre que durante el invierno es tan difícil conseguir. Escoge una formación que sea interesante para poder reforzar ese conocimiento que te hará ser más competitivo en tu trabajo.
Si, por el contrario, estás en plena búsqueda de una oportunidad profesional, sácale partido a una época en la que se suele estar de mejor humor y te cuesta menos asumir nuevos retos. Podrás embarcarte en varios proyectos que mejoren tu currículo o que orienten tu carrera en la dirección que deseas. Recíclate o aumenta tu empleabilidad, ¡tú eliges!
2. Un buen momento para la reflexión:
La temporada estival es una época en la que solemos hacernos preguntas y plantearnos un cambio. El paréntesis en nuestra rutina diaria, el tiempo libre, hacer cosas nuevas, ver más a los amigos y a la familia; provoca en nosotros una llamada a la reflexión.
Si estás en paro echa un vistazo a las profesiones más demandadas del momento, encuentra la que encaja contigo y fórmate en lo que te gustaría trabajar. Recuerda que la mayoría de las empresas vuelven a activar sus procesos de selección después del verano, no te dejes ir y conviértete en el mejor candidato después de esta pausa.
Si estás trabajando, podrás analizar aquello en lo que necesitas mejorar para un mayor desempeño en tu trabajo, dar el salto y potenciar tu carrera o formarte en aquello que le vendrá bien a tu empresa
3. No pierdas el ritmo:
Aunque desconectar va a ser necesario, y, no nos engañemos, estás deseando irte de vacaciones, recuerda que vas a tener que volver a la rutina. No dejes la mente en blanco por mucho tiempo. Mantenerte activa te ayudará a que la vuelta de las vacaciones no sea demoledora y volverás a la acción con más facilidad.
4. Tu mente está más receptiva:
Como te decía antes, el verano es una época en que nuestro ánimo alcanza las cotas más altas de todo el año y tenemos mejor humor que nunca. Aprovecha ese estado para aumentar tus capacidades y asimilar nuevos conocimientos. Escoge bien y será un éxito.
5. Estarás más motivado:
Gracias al buen humor del que te vengo hablando, podrás planificarte mejor y estrás más motivado para empezar nuevos retos. Recuerda: no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Es el momento perfecto de dejar un hueco para tu formación.
6. Reforzarás tu autoestima:
Sentirás que has aprovechado el verano y no sólo que han ido pasando los días sin hacer algo productivo. La playa y la piscina están bien, pero llena tus días de momentos a los que les sacarás partido en el futuro y sentirás que puedes con todo.
Como dijo Javier Santos, CEO de Infoautónomos y coautor de la Guía de Productividad para Emprendedores, “no hay que esperar a reaccionar ante los acontecimientos, sino adelantarse para tomar nuestro propio camino”.
Reconoce que casi te he convencido. Estabas a punto de elegir tu curso y empezar ese cambio que tu curriculum necesita, pero... te pudo la pereza. ¡No desesperes!
Aunque las buenas intenciones están ahí, te dejo unos consejos para que tu productividad no decaiga y puedas realizar esos cambios que llevas tanto aplazando.
> Averigua cuáles son tus horas más productivas: es el primer paso. ¿Estás trabajando? Observa qué horas son en las que más activo te mantienes y en las que más cosas eres capaz de hacer. Tu mente lo es todo y a lo largo del día sufrirás altibajos. Hazte con un horario organizado y marca en rojo esas horas en las que eres un `todoterreno´.
¿Estás desempleado? Debes hacer el mismo ejercicio. Aunque pienses que "no tienes nada que hacer" y que tienes todo el tiempo del mundo no es así. Que no te encuentres trabajando no quiere decir que no hagas nada, todo el mundo tiene obligaciones y, si no es tu caso, impóntelas. mantener la mente ordenada es vital y deja unas horas de tu jornada para echar currículos, leer noticias de tu sector profesional, descubrir artículos y autores e incluso ¡formarte!.
> Evita las interrupciones innecesarias: me refiero a esas que no aportan nada a lo que estás haciendo o que interrumpen de manera brusca tu tarea. Es decir, llamadas personales (que no son urgentes), mensajería instantánea tipo WhatsApp o correos electrónicos.
Las distracciones disminuirán tu productividad y efectividad en las tareas que estés realizando. Algunas personas se aíslan con música o necesitan estar en un despacho o habitación aislados. Saca el máximo partido que puedas a las horas en las que estés trabajando y así ¡podrás trabajar menos tiempo!.
> Organiza, planifica y marca objetivos: la gestión del tiempo siempre es uno de los quebraderos de cabeza de cualquier trabajador. Pero es que también de aquellos que aún estáis buscando un hueco en el mercado laboral. Con una buena planificación del tiempo podrás exprimir cada minuto de tu día a día.
Tampoco tienes que tener escrito `al dedillo´ cada una de las cosas que vas a hacer, pero sí al menos aquellas que requieren más tiempo o son urgentes. Dedica 10 minutos al empezar el día para ver a qué darle prioridad.
> ¡Descubre tu pasión!: aunque ahora mismo no estés en el punto profesional ideal para ti, dedicarle tiempo a lo que verdaderamente te gusta hará sacar toda tu energía y tu lado más positivo. Es el momento de que te plantees cuál es tu pasión y le dediques tiempo. Si, además, puedes formarte en ella sería genial, ¿no crees?
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