¿Aprenderá mi hijo a nadar? ¿Llorará o tendrá miedo cuando este solo en la piscina?
Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que se hacen los padres cuando llevan a sus hijos a una instalación deportiva, es en este momento cuando hay que tener claro los objetivos principales con los que se inicia el bebé en la práctica de la natación, tales como; disfrute en el agua, creación de vínculos afectivos, desarrollo motor y psicológico, seguridad, etc.
De este modo es fácil determinar cómo los bebés generan vínculos afectivos con sus padres en el espacio acuático y como así puede generar independencia en el mismo espacio sin generar un rechazo al medio acuático en el futuro.
Trabajo y complicidad Padre e Hijo
Una de las principales características que estructuran la personalidad es la parte afectiva, en la que se evidencia una función preponderante desde antes de nacer y que interferirá para el futuro desarrollo del niño. De este modo, no debe considerar al niño un agente pasivo en la posibilidad de expresar sus sentimientos y emociones, siendo estos los que afectan de modo agradable o desagradable.
La cercanía de los padres con el bebé y la confianza y seguridad que transmitan serán la clave del éxito. El contacto visual y el contacto cuerpo a cuerpo, facilitarán al bebé el aprendizaje de las distintas actividades acuáticas:
- Contacto visual. En la piscina, la observación directa del bebé es primordial, siempre estaremos atentos a su evolución, además de transmitirles afecto. Del mismo modo se recomienda que la madre o el padre siempre estén a la altura del bebé para que él se sienta con confianza, siempre en contacto visual. El bebé enfoca sus ojos en los de sus padres y así puede sentir esa transmisión de tranquilidad al medio acuático.
- Contacto piel con piel. El contacto de la piel hace de la relación padres - niño la más estrecha y diferenciada de las demás relaciones que pueda tener el bebé. Llegará a conseguir diferenciar las caricias y los abrazos de su madre a las de su monitor/a. Este modo, es la manera más efectiva de transmitir confianza dentro del agua, ese contacto directo y esa muestra de cariño por parte de los padres, es la base fundamental para un buen desempeño en el agua, los conocimientos son mejor transmitidos por los padres a través de las recompensas de abrazos, besos y caricias.
El perfil del monitor
Los monitores de este campo se encargan de enseñar a los niños/as a desenvolverse en el medio acuático. Al trabajar con niños/as, los monitores tienen que garantizar aún más si cabe que las actividades sean seguras, además de amenas y estimulantes. El monitor tiene que conocer los distintos enfoques y programas de natación infantil y adecuarlos a las posibilidades de sus alumnos.
El monitor será el responsable de impartir las actividades en todos los casos, aunque puede estar apoyado por otros monitores dentro de la piscina, será a su vez el responsable de la evaluación y de la consecución de los objetivos planteados en su programación. Su ubicación será casi siempre dentro del agua y se colocará fuera de la misma sólo cuando la situación lo precise. Utilizará principalmente estilos de enseñanza que impliquen activamente al bebé y que fomenten la individualización, tareas que fomenten la participación y actividades que busquen la socialización.
Además, utilizará refuerzos positivos en busca de alcanzar mayor significatividad en la práctica. Deberá conocer y actualizarse en nuevas metodologías, siempre en continuo cambio y desarrollo para intentar aplicarlas en la clase y que suponga una mayor motivación. Deberá hacer comprender al padre y a la madre de la necesidad de prevenir accidentes durante las prácticas acuáticas, e inculcará esta idea para saber reaccionar adecuadamente ante esta situación.
Planteamiento educativo
Estas serán algunas de las características más significativas del planteamiento educativo a lo largo del desarrollo del programa de las actividades acuáticas para bebés:
- Tendrá un carácter abierto.
- Su finalidad no se limitará a la mejora de las habilidades motrices, de forma que se tengan en cuenta otras intenciones educativas: desarrollo de capacidades cognitivas, relaciones interpersonales, inserción social, etc.
- No se incidirá fundamentalmente sobre el resultado de la actividad sino sobre las experiencias y las vivencias.
- Las actividades se desarrollarán en un marco general en la que se busque la participación, la creatividad, la diversión, etc.
Beneficios de las actividades acuáticas para bebés
El bebé a los 6 meses ya está preparado para recibir sus primeras clases en la piscina. Durante este periodo se dará más importancia a que vaya descubriendo su cuerpo y sus habilidades a través de su propia investigación, por ello el objetivo principal será la búsqueda de su desarrollo a nivel psicomotor, afectivo y cognitivo.
Hasta los 4 años, los niños no están preparados para nadar, pero eso no significa que el bebé no pueda disfrutar en la piscina y beneficiarse de las numerosas ventajas que aportan dichas clases, tales como la relajación y el desarrollo de sus habilidades motoras, afectivas y sociales.
De esta manera, el bebé:
- Aumenta su coeficiente intelectual
- Desarrolla su sistema inmunológico
- Fortalece su sistema cardiorrespiratorio
- Desarrolla habilidades de supervivencia
Como habéis podido comprobar, las claves de la programación de actividades adaptadas a bebés radican en los beneficios entre padres e hijos de realizarlas juntos y de que el monitor debe utilizar una metodología válida para planificarlas. Si quieres adquirir este tipo de competencias pues inscribirte en el curso online gratuito "Actividades acuáticas para bebés", disponibles para trabajadores y autónomos del sector físico - deportivo.