Las auditorías ambientales son mecanismos de control que evalúan la eficacia y los resultados de los Sistemas de Gestión Ambiental (SGA) de una organización conforme a la norma ISO 14001:2015 o al Reglamento EMAS. Suponen un trampolín de mejora para las organizaciones porque permiten identificar problemas asociados a su desempeño ambiental. 

En las auditorías del SGA se analiza si éste cumple con sus objetivos establecidos, además se comprueba si está correctamente implantado y si sigue los principios de la política ambiental declarada. 

La metodología de una auditoría medioambiental engloba una serie de actuaciones que dependen de las circunstancias particulares de cada organización. Sin embargo, las directrices vienen marcadas en la norma internacional ISO 19011:2018.

¿Te gustaría profundizar en la metodología de la auditoría ambiental? Avanza en la lectura de este artículo para conocer qué actuaciones se realizan. 

La evaluación de impacto ambiental es el proceso a través del cual se analizan los efectos significativos que tienen o pueden tener los planes, programas o proyectos, antes de su adopción, aprobación o autorización sobre el medio ambiente.

Se trata de un procedimiento administrativo que tiene como finalidad proteger o minimizar los efectos de las intervenciones humanas derivadas de un proyecto, estableciendo medidas para mitigar o compensar los impactos inevitables.

Este procedimiento viene recogido en la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental, que aúna la evaluación ambiental estratégica y la evaluación de impacto ambiental.

¿Quieres saber en qué se diferencian y en qué consisten? Sigue leyendo y lo descubrirás.

El ecoturismo es una actividad turística en auge, donde la motivación del visitante es la observación, el aprendizaje, la interpretación y el disfrute respetuoso de los espacios naturales que ofrece un lugar, a la vez que se contribuye a su protección y conservación sin generar impactos negativos sobre el entorno.

Esta modalidad de turismo se siente atraída por los recursos naturales y el patrimonio cultural, apostando por la conservación de estos espacios y el respeto a las comunidades locales.

Cada año se genera en nuestro país una media de 475 kg de residuos sólidos urbanos por persona, cifra que tiende al alza si no se modifican los hábitos en los hogares. Sin embargo, la adquisición de buenas prácticas en la gestión de residuos domiciliarios es el primer paso para minimizar las grandes cantidades de residuos que se generan, lo que disminuirá nuestra huella ecológica.

En este artículo explicamos qué es la separación en origen, la recogida selectiva en fracciones y cómo puedes colaborar desde casa para conseguir una mayor eficiencia en la gestión de residuos.