Nadie, prácticamente nadie, se esperaba que aquel extraño virus que se extendía rápidamente por las tierras desconocidas de Wuhan, en el interior de China, consiguiese dar un vuelco a nuestras vidas desde aquel lejano ya marzo de 2020, en el que nos vimos abocados a un confinamiento general que hizo temblar nuestra forma de vida.

Pasados ya algunos años, y acostumbrados a la nueva realidad que nos ha tocado vivir, nos apetece examinar cómo ha quedado el mercado laboral en cuanto a la realidad femenina en este año 2022 que acaba de comenzar.

¿Cuál ha sido el papel de la mujer en la pandemia dentro del mercado laboral?

Fundamental, teniendo en cuenta que según los datos de la EPA los sectores que más relevancia han tenido son el sanitario, los comercios de alimentación, los servicios de limpieza y las residencias, ámbitos en los que más presencia tiene la mujer (Fuente: Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre de 2021).

¿Cómo ha evolucionado el paro femenino desde el inicio de la pandemia?

Pues según los datos de la EPA, se han producido dos momentos muy diferentes en cuanto a la tasa del paro entre las mujeres de nuestro país, con un incremento muy acusado entre finales de 2019 y el tercer trimestre del 2020 (con una tasa de paro del 18,39%) y un descenso paulatino hasta diciembre de 2021 (15,04%). (Fuente: Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre de 2021).

¿El teletrabajo ha repercutido positivamente en la inclusión de la mujer en el mercado laboral a nivel mundial?

Según un informe de ONU Mujeres de abril de 2021, las mujeres teletrabajaban más antes de la pandemia, pero los porcentajes eran 9% para las mujeres y 5% para los hombres. Luego de la declaración de emergencia sanitaria los porcentajes se elevaron a 29% para las mujeres y 14% para los hombres. (Fuente: Análisis del impacto de la pandemia en el mercado laboral, la desigualdad y la pobreza según género, ONU Mujeres, abril 2021).

¿Se ha avanzado en algo en la conciliación familiar?

Los datos oficiales más recientes sobre conciliación son los publicados por el Observatorio de Igualdad y Empleo al último trimestre de 2020, ya después del confinamiento domiciliario. Muestran con contundencia quiénes soportaron las tareas del hogar y los cuidados: el 94% de los trabajadores que pidieron reducciones de jornada por cuidado de hijos o mayores fueron mujeres, porcentaje idéntico al del mismo trimestre de 2019, antes de la pandemia. (Fuente: Unidad de Mujeres y Ciencia del Ministerio de Ciencia e Innovación, octubre 2020).

En general, los indicadores a finales de 2021 son bastante malos, ya que la inactividad femenina por razones familiares ha crecido, a pesar de la extensión del teletrabajo, estamos lejos de las buenas cifras de 2019 en cuanto a número de mujeres empleadas (se llegó a los 9 millones), ha aumentado la cantidad de desempleadas y el impacto de la maternidad en el empleo femenino es negativo, aunque tiende a reducirse.

En cuanto a los indicadores positivos, podemos decir que la mujer con estudios superiores se muestra consolidada en cuanto al acceso al mercado laboral, lo que provoca una modificación en la composición de la mano de obra femenina atendiendo al nivel de cualificación, hacia un nivel progresivamente más elevado.

Un factor a tener en cuenta, consecuencia sin duda de la baja contratación experimentada, es el crecimiento del emprendimiento femenino, lo que constituye un elemento muy positivo a tener en cuenta en las siguientes generaciones y en su impacto en el mercado laboral.

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¿Cuál es tu experiencia laboral en la época de la Pandemia? ¡Escribe tu opinión en nuestros Comentarios!